Las bahías, aeropuertos y caminos de Yemen son esenciales para la asistencia humanitaria en un país que enfrenta una de las crisis más graves del mundo. Julien Harneis, coordinador residente de la ONU en Yemen, hizo estas declaraciones este viernes, un día después del bombardeo israelí al aeropuerto de Saná, la capital del país. Harneis estaba en la ciudad acompañado por una delegación de alto nivel de la ONU, incluida la Organización Mundial de la Salud, encabezada por Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien se disponía a partir en el momento del ataque.
El bombardeo perjudicó a un trabajador humanitario que iba a viajar con la delegación. En su intervención, Harneis advirtió sobre el riesgo de una mayor escalada entre Israel y los hutíes, así como sobre el potencial de daños a la infraestructura civil a raíz de estos ataques. La situación humanitaria en Yemen es alarmante: millones de personas padecen hambre y desnutrición, y muchos carecen de atención médica. Este año, se estima que 18 millones de personas necesitan asistencia humanitaria, cifra que podría aumentar a 19 millones en 2025.
El coordinador subrayó la urgencia de que todas las partes en conflicto respeten la vida y los derechos de los civiles, así como la infraestructura esencial para la ayuda humanitaria. En particular, destacó la importancia del aeropuerto internacional de Saná, cuyo cierre podría entorpecer significativamente las operaciones humanitarias. Este aeropuerto es un punto clave para los trabajadores humanitarios y para muchos yemeníes que requieren atención médica especializada en otros países, como Jordania y Egipto.
El ataque israelí se produjo a escasos 300 metros del lugar donde se encontraban Harneis y la delegación de la OMS. A pesar de la situación crítica, un avión de Yemenia Airlines logró aterrizar sin contratiempos, justo cuando la torre de control sufrió daños. Harneis expresó su preocupación por el impacto que podría tener una escalada de violencia en la infraestructura civil, lo que agravaría el sufrimiento del pueblo yemení.
Además, el representante de la ONU señaló que Yemen depende de las importaciones para casi el 80% de sus alimentos, y que cualquier ataque al puerto de Hudayda agravararía la crisis humanitaria. Este puerto es vital, ya que recibe entre el 90% y el 95% de los suministros médicos del país. Recientemente, padeció ataques aéreos que destruyeron depósitos de la ONU, reduciendo considerablemente la capacidad de las agencias humanitarias para almacenar suministros esenciales. La situación en Yemen es desesperante y exige una atención urgente por parte de la comunidad internacional.
Fuente: ONU últimas noticias