Virus y bacterias en las piscinas, el cloro es imprescindible para su eliminación

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El agua de una piscina cuyos químicos desinfectantes no son controlados de forma adecuada, es un espacio para el crecimiento y la aparición de virus, parásitos y hongos. La humedad y el calor, además, potencian la proliferación o conservación de numerosas bacterias y virus que pueden provocar diferentes infecciones. El exceso de cloro es molesto y perjudicial para la salud de las personas, pero la falta de una cantidad adecuada puede resultar aún peor en la salud.

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El uso apropiado del cloro es esencial en la purificación y desinfección de las piscinas. De acuerdo a la OMS, la principal fuente de virus y bacterias en piscinas proviene de heces depositadas accidentalmente por los usuarios y excrementos de pájaros o roedores en el caso de piscinas al aire libre. La Organización Mundial de la Salud también sostiene que los virus y bacterias que provienen de las mucosas, saliva y piel de bañistas pueden provocar adenovirus, que se manifiesta como conjuntivitis o faringitis.

Otro parásito que se puede contagiar a través de estas vías es el Giardia intestinalis, un parásito que se manifiesta en forma de náuseas, calambres y diarrea. La bacteria Escherichia coli, que provoca diarreas y colitis, también se puede transmitir a través del agua si esta no cuenta con la cantidad suficiente de cloro, bromo o un pH en su índice correcto. Además, los bañistas tampoco están exentos de contraer el pie de atleta, originado por el Tinea pedís. Todas estas bacterias, virus y hongos aparecen en ambientes condensados, tuberías sucias y usos inadecuados o inexistentes de agentes desinfectantes.

Los Centros para Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU demostraron que el cloro y el Ph, en niveles adecuados, matan a los gérmenes de manera eficaz. Algunos científicos belgas están también de acuerdo en que el uso suficiente de cloro es muy necesario, ya que es el mejor desinfectante que existe en la actualidad. También afirman que, a pesar de que el exceso puede ser perjudicial para la salud, no existe en el mercado ningún químico que lo sustituya para la desinfección adecuada del agua.

El funcionamiento del químico es muy simple: cuando el cloro es añadido al agua, se convierte en un ácido llamado hipocloroso. Actúa contra bacterias y gémernes que pueden causar las enfermedades mencionadas más arribas. Existen muchas variedades de cloro disponibles para la desinfección adecuada de piscinas. Hay químicos compuestos a base de cloro como el gas de cloro, el hipoclorito de sodio (lejía líquida), hipoclorito de calcio, de litio o isocianuratos clorados. Estos compuestos químicos actúan de la misma manera, liberando ácido hipocloroso que mata las bacterias y gérmenes.