El Consejo de Seguridad de la ONU ha comenzado a analizar la alarmante situación de violencia en el Catatumbo, una región en Colombia donde la confrontación entre grupos armados ha desencadenado un derramamiento de sangre significativo. Según Carlos Ruiz Massieu, representante especial del Secretario General, esta violencia es parte de un conflicto más amplio por el control de economías ilegales en zonas con escasa presencia estatal. Recientemente, un ataque atribuido al Ejército de Liberación Nacional (ELN) en una área controlada por un grupo rival ha resultado en la muerte de más de 80 personas, incluyendo líderes sociales y firmantes del Acuerdo de Paz. Además, este ataque ha llevado al desplazamiento de 32.000 personas, así como a numerosos secuestros y personas confinadas.
El Gobierno colombiano se ha comprometido a llevar ante la justicia a los responsables de esta violencia inaceptable. «No descansaremos hasta que todas las personas involucradas en estos actos sean llevadas ante un tribunal», expresó el canciller Luis Gilberto Murillo. Por otro lado, Diego Tovar, excombatiente de las FARC que firmó el Acuerdo de Paz, denunció que la situación en el Catatumbo representa la crisis humanitaria más grave en Colombia desde la firma del pacto de paz en 2016. Tovar subrayó que la impunidad por los asesinatos de exguerrilleros y líderes sociales se acerca al 90%.
En un contexto más amplio, el campo de Yenín, en Cisjordania, ha quedado prácticamente inhabitable tras una agresiva operación de las fuerzas de seguridad israelíes, que han incluido ataques aéreos y otras acciones militares avanzadas. Al menos diez palestinos han muerto en esta ofensiva que sigue a más de un mes de enfrentamientos en la región. La situación ha llevado al desplazamiento de aproximadamente 2000 familias desde mediados de diciembre. La Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) ha manifestado dificultades para proporcionar servicios vitales en el campamento debido a la violencia, justo cuando la legislación israelí amenaza su capacidad de operar en la región.
En Gaza, la situación es igualmente devastadora, especialmente en Jabalia, donde una misión de la ONU ha indicado que no queda un solo edificio en pie tras los intensos combates. Las familias que intentan regresar a sus hogares se enfrentan a un panorama desolador, rodeadas de escombros y explosivos sin detonar. En todo Gaza, se están reportando necesidades urgentes de refugio, agua, alimentos y atención médica.
Por otro lado, Paraguay enfrenta fuertes críticas por violaciones de derechos humanos tras el asesinato de dos niñas de 11 años durante una operación de seguridad contra un grupo guerrillero, según un informe del Comité de Derechos del Niño de la ONU. El organismo ha señalado la falta de una investigación exhaustiva y ha denunciado posibles intentos de encubrimiento por parte de las autoridades paraguayas en este caso. Las víctimas, identificadas como Lilian Mariana y María Carmen Villalba, fueron asesinadas en septiembre de 2020, y sus cuerpos fueron enterrados sin las debidas diligencias por parte de las autoridades.
Fuente: ONU últimas noticias