Ven y dime cómo vives

ven-y-dimeEste libro lo busqué durante años cuando leí acerca de él en la columna del suplemento dominical de El País. Rosa Montero decía que era un libro delicioso y me hubiera gustado regalárselo a mi madre, fiel admiradora de Ágata Christie.

Llegó a mis manos, gracias a una amiga, hace unos meses y quiero recomendarlo como lectura estival porque cumple el requisito de entretener, como dice su misma autora.

Ven y dime cómo vives es el testimonio escrito de varias temporadas de excavación arqueológica en Siria e Irak, acompañando a su segundo marido, Max Mallowan. Resulta curioso ver cómo la gran detective se desenvuelve en estos menesteres, escribiendo en otro registro donde muestra su humor y su talante.

Hay que decir, no obstante, que no es un libro de memorias al uso. De él dice ella misma: Este libro es una respuesta. La respuesta a una pregunta que me hacen con harta frecuencia. «O sea que tú haces excavaciones en Siria, ¿no? Háblame de eso. ¿Cómo vives? ¿En una tienda?» Es la misma pregunta que la Arqueología le plantea al Pasado: Ven y dime cómo vivías.

Pero es mucho más; con un sentido práctico y objetivo, nos cuenta cómo son las personas de los sitios por donde pasan y excavan. Organiza, clasifica, distribuye, pasa por incomodidades y acepta los inconvenientes resaltando siempre el carácter de su marido y el arte para llevar a cabo dicha tarea. Menciona de pasada sus esfuerzos por revelar fotos sin cuarto oscuro y etiquetar los hallazgos.

Todo ello lo muestra con actos cotidianos.  Disfrutamos con ella y nos sorprendemos de todo lo que acontece; paseamos por esos países y apreciamos con ella a sus gentes. Se nota en todo su capacidad de observación, su fino humor y, aunque se mantiene al margen y reitera su desconocimiento de la Arqueología, disfruta de esta labor y aprovecha su experiencia aplicándolas a su propia obra.

En el Epílogo rememora todo: Adoro ese generoso y fértil país y a sus gentes sencillas, que saben reír y gozar de la vida que son ociosas y alegres, que tienen dignidad, educación y un gran sentido del humor, y para quienes la muerte no es terrible.

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