En 2023, los niveles de consumo individual actual (AIC) en los países de la Unión Europea variaron entre el 70% y el 136% de la media comunitaria, según los datos sobre paridades de poder adquisitivo (PPP) publicados recientemente por Eurostat. Este indicador, expresado en estándares de poder adquisitivo, permite evaluar el bienestar material de los hogares.
Durante el año pasado, nueve países registraron un AIC per cápita superior a la media de la UE. Luxemburgo se posicionó a la cabeza, con un 36% por encima de este promedio, seguido de cerca por los Países Bajos y Alemania, ambos un 19% por encima. En el lado opuesto de la balanza, los niveles más bajos de AIC per cápita se encontraron en Hungría y Bulgaria, ambos un 30% por debajo de la media de la UE, y en Letonia, con un 26% por debajo.
El periodo de 2021 a 2023 mostró cambios significativos en el AIC en la mayoría de los países europeos. A lo largo de estos años, los niveles aumentaron en 15 naciones, con Irlanda destacándose con un incremento notable, alcanzando en 2023 un 99% del promedio de la UE, frente al 91% en 2021. También se observaron mejoras en Chipre y Malta, cuyos AIC pasaron del 94% y 85% al 100% y 90%, respectivamente. En contraste, 11 países vieron disminuir sus niveles de AIC, como en el caso de Dinamarca, donde se registró una caída del 122% en 2021 al 108% en 2023.
En términos de PIB, Luxemburgo continuó liderando la lista con un PIB per cápita un 137% superior a la media de la UE, seguido por Irlanda y los Países Bajos, con un 113% y un 33% más, respectivamente. Por el contrario, Bulgaria, Grecia y Letonia reportaron los niveles más bajos, situándose entre un 36% y un 30% por debajo del promedio.
A lo largo de los últimos tres años, el PIB per cápita también mostró fluctuaciones significativas. En 2023, en comparación con 2021, se observó un aumento en 12 países. Portugal registró el incremento más notable, pasando del 74% al 81% de la media de la UE. También hubo mejoras en España, Rumanía y Croacia. Sin embargo, algunos países como Luxemburgo e Irlanda vieron caer su PIB per cápita, reflejando una disminución en sus niveles relativos de bienestar económico.
Este análisis revela la variabilidad del bienestar material y la riqueza económica en Europa, destacando las diferencias significativas entre los miembros de la Unión.