En los valles de Tierra Estella, donde la naturaleza ofrece su mejor producción, un nuevo y exquisito producto está capturando la atención de los amantes de la gastronomía: el aceite de oliva virgen extra trufado. Este condimento gourmet combina la deliciosa esencia de la trufa negra con la calidad del AOVE ecológico, elevando la tradición culinaria de Navarra y logrando un reconocimiento significativo a nivel internacional, al ser finalista en los prestigiosos ESAO Awards.
El aceite trufado es una mezcla exquisita que une el aceite de oliva virgen extra con el aroma auténtico de la trufa negra, un hongo altamente valorado por su sabor y aroma únicos. Este refinado producto se elabora a partir de AOVE ecológico de alta calidad, en colaboración con la Asociación ALLOTARRA de Agricultura y Ganadería Ecológica. Este esfuerzo conjunto no solo resalta la excelencia del producto, sino también un firme compromiso con la producción sostenible y el respeto por el medio ambiente.
Desde su origen, el aceite trufado se distingue por el AOVE que se utiliza, obtenido de olivares cultivados bajo prácticas ecológicas en la región. Esto asegura que las aceitunas estén libres de pesticidas y que el producto final tenga un perfil organoléptico excepcional, con un alto contenido de compuestos antioxidantes que benefician la salud, gracias a los polifenoles presentes en el aceite.
La trufa negra, conocida científicamente como Tuber melanosporum, es un ingrediente gourmet que añade una complejidad única a cualquier platillo. Su recolección es un arte en sí misma, realizándose con la ayuda de perros entrenados para localizar este tesoro subterráneo. En el aceite trufado se incorporan aromas naturales, garantizando así una experiencia auténtica que evoca la esencia de la naturaleza en cada gota.
Las características organolépticas del aceite son impresionantes: un color dorado intenso y un aroma envolvente que combina notas terrosas y dulces, complementadas por el perfil frutado del AOVE. En boca, el aceite presenta una textura sedosa y un sabor que se despliega en capas, desde la redondez inicial hasta un retrogusto persistente de trufa negra.
Versátil en su uso culinario, este aceite trufado se recomienda para aliñar platos en frío o añadir al final de la cocción, realzando eficazmente sabores en platos sencillos y sofisticados. Se puede utilizar en huevos, risottos, carpaccios, quesos y hasta en pizzas, siendo ideal para vinagretas que sorprendan en ensaladas gourmet.
El compromiso con la calidad y la sostenibilidad ha sido reconocido, avalando su calidad sensorial y el esfuerzo detrás de su elaboración. Este aceite es un regalo perfecto para entusiastas de la cocina, ya que su elegante presentación y su origen ecológico son características que lo hacen destacar.
Finalmente, el aceite trufado no solo es un producto culinario, sino una conexión entre la tradición agrícola y la innovación gastronómica, reflejando un profundo respeto por los recursos naturales y un esfuerzo constante por ofrecer experiencias sensoriales memorables a los consumidores.
