La comunidad internacional ha dado pasos significativos en la protección del 30% de la Tierra para el año 2030, aunque los avances son aún insuficientes, según un informe del Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) publicado este lunes. El informe titulado «Planeta Protegido 2024» revela que actualmente el 17,6% de las tierras y aguas continentales, así como el 8,4% de los océanos y zonas costeras del planeta, están bajo alguna forma de protección. Aunque esto representa un incremento desde 2020 equivalente a más del doble del tamaño de Colombia, sigue siendo menos del 0,5% en áreas conservadas.
En términos concretos, la superficie terrestre que aún debe designarse como área protegida es aproximadamente del tamaño de Brasil y Australia juntos. En el ámbito marino, es necesario proteger un área superior al Océano Índico. Para alcanzar la meta fijada, la red mundial de áreas protegidas debe expandirse urgentemente en un 12,4% en tierra y un 21,6% en el océano en los próximos seis años.
Los avances más significativos se han dado en los océanos dentro de aguas nacionales, mientras que en áreas fuera de la jurisdicción nacional la cobertura sigue siendo alarmantemente baja, con menos del 11% bajo protección. Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA, ha destacado que aunque se han logrado progresos en los últimos cuatro años, el ritmo de avance es todavía demasiado lento. Sin embargo, mencionó que 51 países han logrado superar el 30% de cobertura en tierra y 31 en mar, lo que demuestra que aún hay tiempo para corregir las deficiencias existentes.
Los datos de este informe también ponen de relieve problemas más amplios en la calidad y la distribución de las áreas protegidas. Menos del 5% de la superficie terrestre del mundo está adecuadamente evaluada en términos de eficacia de gestión, mientras que en el ámbito marino esta cifra es solo del 1,3%. Además, sólo una quinta parte de las zonas críticas para la biodiversidad está completamente protegida, lo que revela una conservación desigual de especies y ecosistemas.
Otro aspecto crucial señalado en el informe es la falta de gobernanza equitativa en las áreas protegidas. Menos del 4% de la cobertura está bajo el control de pueblos indígenas y comunidades locales, a pesar de que sus territorios tradicionales abarcan al menos un 13,6% más de las áreas terrestres globales. Grethel Aguilar, directora general de la UICN, subrayó la importancia de empoderar a estas comunidades para que actúen como administradores de sus tierras.
El compromiso de conservar el 30% de las tierras y mares para el año 2030 se formalizó en diciembre de 2022 durante la reunión de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB). Esta meta, conocida como Meta 3 del Marco Mundial para la Biodiversidad de Kunming-Montreal, busca no solo proteger áreas, sino también garantizar que sean eficaces, bien situadas, conectadas y respeten los derechos humanos. Este informe representa la primera evaluación oficial de los avances hacia este ambicioso objetivo desde su adopción.
Fuente: ONU últimas noticias