“¡No corras, ve despacio, que adonde tienes que ir es a ti solo! (J.Ramón Jiménez)
Hemos comenzado una nueva andadura, un viaje a lo desconocido con un circuito de doce meses de duración para los más optimistas, o trescientos sesenta y cinco días sería interminable para los pesimistas. Al fin y al cabo, emprendemos este periplo siendo conscientes de que no hay un rumbo fijo, eso sí, tenemos la certeza de que sucederán toda clase de venturas y desventuras. Una búsqueda de algo que aún no hemos disfrutado o conocido pero, sin embargo, anhelamos “Para ir a donde no se sabe, hay que ir por donde no se sabe” (Juan de la Cruz).
Las ilusiones por conseguir ese destino tan deseado nos embargan y nos ayuda a luchar contra vientos y mareas. La búsqueda de la felicidad es la meta soñada. “La felicidad no es un destino al que llegar sino una forma de viajar”.
“Como regla suprema de toda sabiduría de la vida […] considero que la búsqueda de la felicidad ha de comenzar por enseñar que su mismo nombre es un eufemismo y que por “vivir feliz” sólo se puede entender “vivir menos infeliz”, es decir, de manera soportable. En efecto, la vida no existe realmente para ser disfrutada sino para superarla […] Por consiguiente, quién quiera obtener el resultado de su vida, desde el punto de vista de la felicidad, tendrá que hacer la cuenta, no según las alegrías que ha disfrutado sino según los males a los que ha sido sustraído”.( Arthur Schopenhauer, filósofo, 1.788-1.860)
Podemos deducir de esta cita que encierra mucho de pesimismo, un poco de resquemor y otro tanto de amargura, o sea, ningún resquicio para la alegría.”Seamos optimistas. Dejemos el pesimismo para tiempos mejores”(Proverbio hindú)
El ser humano posee su itinerario de vida, una suerte de “cuaderno de bitácora” que reúne, muchas veces, experiencias que hace para él una especie de oráculo o brújula del presente y del futuro. Esos pequeños arrebatos de lucidez son, quizá, el gran poso de la vida, el bálsamo para la mente herida afanada a diario en enfocar la existencia desde la mejor perspectiva. Un tesoro inmaterial que no precisa guardián. “Un hombre sólo posee aquello que no puede perder en un naufragio (Proverbio hindú)
La sabiduría que adquirimos con el paso del tiempo nos ofrece un itinerario único, son los que trazan nuestros pensamientos, es el itinerario del viaje que hacemos de mil formas que, al fin y al cabo, nacen de las profundas dimensiones del espíritu que, bajo numerosas formas, invocamos.