Un Chef Venezolano Conquista Brasil Con los Sabores de Su Tierra

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Un chef y migrante venezolano conquista a los brasileños con sabores de su país natal

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) continúa su labor de apoyo a los migrantes venezolanos en el estado de Roraima, Brasil. En un esfuerzo por facilitar la integración socioeconómica de estos refugiados, el municipio de Pacaraima ha establecido dos centros destinados a promover su inclusión en la comunidad local.

Desde el auge de la crisis política y económica en Venezuela, miles han cruzado la frontera en busca de refugio. Un caso destacado es el del chef Romeu, quien, impulsado por la necesidad de estar más cerca de sus hijos, decidió invertir en un negocio gastronómico en Pacaraima. Comenzó con un servicio de entrega de hamburguesas que rápidamente evolucionó hacia un restaurante que se ha vuelto un punto de encuentro para la comunidad.

Romeu ha logrado crear un ambiente acogedor donde tanto locales brasileños como migrantes se sienten como en casa. Su menú es un reflejo de una fusión cultural, atrae a una clientela diversa y celebra las tradiciones culinarias de ambas naciones.

La historia de Romeu es también la de un migrante emprendedor. Su carrera en la gastronomía comenzó en su adolescencia, trabajando como mesero en su ciudad natal y más tarde desarrollando su experiencia en la isla de Margarita, Venezuela. Allí encontró su pasión por la cocina, que lo llevó a dirigir su propio establecimiento tras aprender técnicas culinarias en el trabajo.

Hoy, en su restaurante llamado Rustic, Romeu es el responsable de todas las operaciones, desde la preparación de los platillos hasta la entrega en bicicleta. Su éxito ha generado un aumento en la demanda, lo que le ha permitido contratar a otros profesionales locales.

El pasado mes, fue invitado a participar en una Festa Junina, donde sirvió platos típicos de la celebración comunitaria. Su adaptación ha sido tan efectiva, que ha incorporado sabores brasileños como el quentão, la canjica y el curau, que ahora también disfrutan los migrantes venezolanos.

El restaurante no solo se ha convertido en un lugar de comida; contribuye a la unión de la comunidad, apoya la economía local y simboliza la resiliencia de quienes han comenzado de nuevo en Brasil. «La emigración nunca es fácil», reflexiona Romeu. «Dejas todo atrás y empiezas de cero, pero Brasil me acogió y por eso estoy verdaderamente agradecido».
Fuente: ONU últimas noticias