En 2024, un 5,9% de la población de 16 años o más en la Unión Europea reportó haber sentido discriminación al buscar vivienda. Este fenómeno no se limita a este ámbito, ya que el 5,2% de las personas encuestadas también manifestó haber experimentado discriminación en su relación con los servicios públicos o en oficinas administrativas. La discriminación en espacios públicos, que abarca cafeterías, tiendas y instalaciones deportivas, fue percibida por un 3,4%, mientras que en el ámbito educativo el porcentaje se redujo al 2,6%.
Los datos revelan que las tasas de discriminación percibida son significativamente más altas entre aquellos considerados en riesgo de pobreza o exclusión social. En todos los contextos analizados, este grupo mostró mayores porcentajes de discriminación en comparación con aquellos que no se encuentran en esta situación. La discrepancia fue más notable al buscar vivienda, donde el 10,1% de las personas en riesgo reportó discriminación frente al 4,7% de quienes no lo están. Respecto a los servicios públicos, el contraste es igualmente llamativo: un 9,2% entre los vulnerables frente a un 4,2% en el otro grupo.
El fenómeno también se evidencia en espacios públicos, afectando al 5,7% de las personas en riesgo, en comparación con el 2,8% de quienes se encuentran en una posición más favorable. En el ámbito educativo, el porcentaje de discriminación se situó en un 4,4% entre los en riesgo, en comparación con un 2,1% en el resto de la población.
Estos datos indican una clara necesidad de políticas que aborden la discriminación en múltiples aspectos de la vida cotidiana, especialmente para los grupos más vulnerables. Las cifras no solo reflejan una realidad preocupante, sino que también subrayan la urgencia de desarrollar estrategias inclusivas que promuevan la equidad en acceso y oportunidades para todos los ciudadanos.