El Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, expresó su profunda preocupación por la «peligrosa manipulación del lenguaje» y la desinformación que afecta a los debates sobre el conflicto palestino-israelí, en su discurso de clausura en el Consejo de Derechos Humanos. Türk enfatizó la importancia de resistir a cualquier esfuerzo que busque propagar el miedo o incitar al odio, destacando la necesidad de combatir narrativas aborrecibles y deshumanizadoras. Aseguró que su Oficina continuará luchando por la justicia de todas las víctimas y supervivientes del conflicto, estableciendo y documentando los hechos y abogando por la rendición de cuentas.
En relación con Eritrea, la subsecretaria general de Derechos Humanos de la ONU, Ilze Brands Kehris, informó sobre la persistencia de graves violaciones de derechos humanos por parte de las Fuerzas de Defensa eritreas, tanto dentro de su país como en la región etíope de Tigray. Afirmó que estas fuerzas han cometido abusos, incluyendo secuestros y detenciones arbitrarias. Aunque reconoció algunos esfuerzos positivos por parte de las autoridades eritreanas para mejorar la salud infantil y las mujeres, Brands Kehris subrayó que continúan las preocupaciones sobre el reclutamiento militar forzoso y la detención sin juicio, lo cual es común en el país.
La situación en Sudán también fue objeto de un llamado urgente. Türk advirtió que la nación se encuentra al borde de una catástrofe humanitaria sin precedentes, señalando que más de 600.000 sudaneses están al borde de la inanición. El conflicto armado, que comenzó en 2023 tras la ruptura del proceso de transición a un gobierno civil, ha resultado en graves violaciones de derechos humanos y crímenes de guerra, incluyendo violencia sexual utilizada como arma de guerra. La comunidad internacional fue instada a presionar por un alto al fuego y proveer asistencia humanitaria para evitar una mayor tragedia.
Finalmente, el informe sobre Afganistán revela un deterioro en la situación de derechos humanos bajo el régimen talibán, que ha intensificado la opresión de mujeres y niñas, con restricciones aún más severas impuestas a sus libertades. Richard Bennett, relator especial sobre la situación en Afganistán, destacó la necesidad de que la comunidad internacional reaccione ante estos abusos para evitar que la opresión institucionalizada se afiance aún más, instando a los Estados a condicionar cualquier normalización de relaciones con el régimen talibán a mejoras concretas en materia de derechos humanos.
Fuente: ONU últimas noticias