En un pequeño apartamento del centro de la ciudad, una reforma transformó un baño anticuado y de dimensiones reducidas en un espacio funcional y luminoso. La obra, que duró apenas tres semanas, ha dejado a los propietarios sorprendidos por el cambio radical y la optimización del entorno.
La diseñadora de interiores, Marta Gómez, lideró el proyecto con el objetivo de maximizar el uso del espacio y dotarlo de un aire fresco y moderno. «Cuando llegamos, el baño tenía una estética muy anticuada, con azulejos oscuros y muebles voluminosos que limitaban el movimiento», explica Gómez. Para lograr una atmósfera más acogedora, se eligieron colores claros y materiales que reflejan la luz, como el blanco y tonos pasteles, brindando una sensación de amplitud.
Uno de los cambios más significativos fue la incorporación de muebles prácticos, como un lavabo sobre un mueble de almacenamiento reducido, que permite guardar toallas y productos de higiene sin sacrificar el estilo. Además, se instaló un espejo de gran tamaño que amplifica la luz y aporta profundidad al espacio. «Los espejos son fundamentales en baños pequeños, ayudan a crear una ilusión de mayor superficie», añade la diseñadora.
La iluminación también fue un aspecto clave en la reforma. Se colocaron luces led empotradas en el techo y una lámpara de diseño moderno sobre el espejo, que ilumina de manera uniforme el área de tocador. El resultado es un baño que, a pesar de su tamaño, se siente cálido y acogedor.
Otra de las innovaciones fue el uso de cerámica de gran formato en el suelo, que no solo aporta elegancia, sino que también facilita la limpieza y genera una continuidad visual en todo el espacio. Los revestimientos de las paredes se eligieron en tonos suaves, lo que ayuda a que el mínimo espacio se sienta más aireado.
La reforma también contempló la instalación de una ducha con mampara de vidrio transparente, eliminando la barrera visual de las cortinas y ofreciendo un acceso más fácil. «El vidrio ayuda a que la luz fluya, haciendo que el baño se sienta más conectado y espacioso», afirma Gómez.
Los propietarios están encantados con los resultados. «Nunca pensé que un baño tan pequeño pudiera verse tan bien y ser tan práctico al mismo tiempo», comenta Valeria, una de las dueñas del apartamento. La reforma ha aumentado no solo la funcionalidad del baño, sino también su valor estético.
Esta transformación resalta la importancia de realizar reformas conscientes en espacios reducidos, donde cada decisión de diseño cuenta. A través del uso de colores luminosos y muebles prácticos, es posible convertir lo que antes era solo un baño más en un auténtico oasis dentro del hogar. El éxito de este proyecto inspira a muchos a considerar cambios similares en sus propias casas, demostrando que incluso los espacios más pequeños pueden ofrecer grandes sorpresas.