Cambiar de cosmético a menudo genera altas expectativas, que en ocasiones se asemejan a la búsqueda de un milagro. La textura agradable y el aroma seductor convencen a muchos de que experimentarán un cambio instantáneo, ya sea en días o incluso horas. Sin embargo, esta perspectiva puede llevar a la frustración, especialmente cuando los resultados no llegan con la rapidez esperada.
Raquel González, cosmetóloga y creadora de Byoode, destaca el fenómeno de la «impaciencia cosmética», que puede resultar en decepción. La directora dermocosmética de Dermalogica, Irene Serrano, aclara que la clave para observar resultados no reside únicamente en la fórmula del producto, sino en el funcionamiento natural de la piel. Según Mireia Fernández, directora dermocosmética de Perricone MD, la piel tiene un ritmo propio y no responde de manera inmediata, lo que significa que requiere tiempo para procesar los tratamientos.
Uno de los errores más comunes al evaluar un cosmético es hacerlo en periodos demasiado cortos. González explica que antes de que un ciclo de renovación celular complete los 28 días, los beneficios observados suelen ser sensoriales o instantáneos, pero no necesariamente reflejan cambios estructurales profundos en la piel. Efectos como una textura más suave o mayor hidratación pueden ser temporales, mientras que aspectos que requieren más tiempo invertir, como la firmeza o la reducción de arrugas, demandan un mayor compromiso.
Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8, añade que completar esos primeros 28 días sólo significa que la piel ha cerrado una fase, pero no es suficiente para corregir problemas más profundos que afectan su apariencia. Para estimular la producción de colágeno y mejorar la elasticidad, es necesario replantear el uso de cosméticos a lo largo de varios ciclos.
Por tanto, es vital pensar en meses cuando se trata de tratamientos cosméticos. González sugiere un intervalo de tres meses como un periodo razonable para juzgar la efectividad de un producto. “Tres botes son la forma concreta de definir si realmente funciona”, afirma. La directora nutricional de Advanced Nutrition Programme, Marta Agustí, enfatiza que muchos ingredientes no solo actúan en el momento, sino que enseñan a la piel a reaccionar mejor ante agresiones externas, aunque el proceso de visibilidad de los cambios sea gradual.
A medida que se consolidan avances tras un uso continuado de al menos 12 semanas, es fundamental entender que cada ciclo juega un papel en el cambio de la piel. Según González, el primer ciclo prepara el terreno, el segundo alimenta la renovación celular y el tercero produce resultados visibles que son medibles.
Así, los ingredientes como los retinoides y antioxidantes no ofrecen resultados inmediatos, sino que funcionan a través de una estimulación progresiva. Por ejemplo, el Dynamic Skin Retinol Serum de Dermalogica, con un potente complejo de retinol, está diseñado para suavizar arrugas y mejorar la textura, mientras que el Hyaluronic & Okra Allegory de Byoode se enfoca en las arrugas profundas . Por su parte, el Hypoallergenic Clean Correction Smoothing Restorative Serum de Perricone MD está formulado para calmar pieles sensibles y mejorar el tono.
Por tanto, en el mundo de la cosmética, la paciencia es una virtud que puede conducir a resultados aliñados con la constancia y el uso estratégico de los productos adecuados.
