El regreso a la rutina luego de las vacaciones siempre es un desafío, pero en 2021 se trata de un regreso inusual en muchos sentidos.
El denominado síndrome postvacacional se presenta con distintos síntomas físicos que incluyen insomnio, fatiga, dolor muscular de variada intensidad, falta de apetito o síntomas psíquicos que se manifiestan en reducción de la concentración y la motivación, irritabilidad, tristeza, ansiedad o apatía.
Si bien la vuelta al trabajo se percibe como difícil, volver al puesto de trabajo presencial también tiene una función terapéutica, nos motiva a vestirnos con un look social, evita la soledad, ilusiona por la posibilidad de reencuentro con compañeros, clientes y proveedores…; Nos obliga a retomar aquellos rituales agradables, como puede ser el desayuno compartido, los comentarios informales en los pasillos o en el regreso a casa caminando, las charlas en el transporte público, y esto generalmente es un espacio de mediación entre la vida laboral y la vida personal.
Pero, la vuelta al trabajo en 2021, en la modalidad teletrabajo, será quedarse en casa: mismo lugar con objetivos muy diferentes ¿Cómo realizar el tránsito sin salir de casa?
“El teletrabajo requiere mucha más disciplina interna, un alto nivel de inteligencia emocional y patrones mentales bien definidos e identificados” Indica la socióloga, experta en lenguaje y autora del libro“ Teletrabajar bien” Alicia Aradilla.
Por eso, creó un decálogo sobre el regreso al teletrabajo, para afrontar el síndrome postvacacional de la mejor forma posible en tiempos de pandemia.
El espacio: la oficasa
1.- Preliminares. Organiza el espacio de trabajo con tiempo y tranquilidad.
2.- Preliminares elegidos. Incorpora a tu algún objeto maná nuevo: una foto reciente, una planta nueva, una vela aromática, cualquier objeto que te ayude a automotivarte y mejorar tu estado emocional al visualizarlo.
3.- Los mismos, pero distintos. Introduce pequeños cambios de espacio de los objetos habituales, tanto en los objetos decorativos como en los más funcionales.
4.- Adiós y gracias Elige algunos objetos que ya no formarán parte de tu oficasa, desprenderse de ellos desde el desapego consciente será una manera de facilitar posteriormente el mismo proceso con cadenas de pensamientos disfuncionales. Agradece el tiempo que te acompañaron. El desapego y el agradecimiento son elementos claves del autoliderazgo.
4.-Decora con palabras. Escribe y coloca en un lugar fácilmente visible tus pensamientos intencionados. ( punto 7 del decálogo)
5.- Mejorado por distinto. A media semana dedica unos minutos a repensar si el primer diseño y colocación de objetos te gusta lo suficiente. Si no es así, realiza cambios, la flexibilidad material favorece la flexibilidad mental.
El estado mental: cadenas de pensamientos.
6.- Lo primero a hacer es no hacer. Los primeros minutos en tu silla de trabajo, dedicados a tomar presencia y consciencia con la respiración. Aplaza la ejecución.
7.- Pensamiento personalizado. Elige algunas creencias o frases que reforzaran tus objetivos. Por ejemplo, “es difícil y a la vez es posible para mí”. Procura redactarlo desde tu sentir, más que copiar frases redactadas por otras personas.
8.- Abrir agenda desde la agenda. La planificación es crucial, la primera tarea será la agenda misma, procura dejar un espacio a la planificación antes de comenzar encuentros virtuales o ejecución de tareas.
9.- Agenda esponjosa. Planifica una agenda realista a la baja, si acabas haciendo más tareas, mejor, subirá mucho más la satisfacción y la automotivación, pero si es al contrario, aparecerá la desmotivación, la culpabilidad y la frustración. Gestionar estas emociones aflictivas irá en detrimento de la productividad. No gestionarlas, eludirlas o menospreciarlas puede eliminar por completo la productividad.
10.- Comprensión y aceptación. Aceptar cualquier emoción que sientas derivada de la vuelta a la jornada laboral es clave para acabar la jornada laboral cuando deseas. Para no pasar de vacaciones a jornadas interminables y agotadoras aderezadas con la mítica ( y perversa) creencia de “ hoy no hice nada”
“Volver al trabajo quedándose en casa es un reto muy alto y a la vez, vivir esa vuelta con intencionada consciencia puede marcar la diferencia” Concluye la experta.