En el corazón de Cataluña, una empresa familiar ha logrado fusionar la tradición artesanal con el diseño contemporáneo al crear suelos de madera que evocan la belleza del emblemático edificio de la Casa Batlló, obra maestra del arquitecto Antoni Gaudí. Este proyecto, que nace de la pasión por la madera y el deseo de preservar el patrimonio cultural, ha capturado la atención tanto de arquitectos como de interioristas.
La empresa se fundó hace tres generaciones, y desde sus inicios se ha comprometido a utilizar madera de origen sostenible, elaborando productos que no solo son visualmente atractivos, sino también responsables con el medio ambiente. El equipo de profesionales que conforma la compañía ha desarrollado una técnica única que les permite replicar los intrincados patrones de los suelos que adornan la Casa Batlló, aportando un toque de modernidad sin perder la esencia del arte del clima mediterráneo.
La producción se realiza en un taller ubicado en la provincia de Girona, donde cada tabla se elabora a mano, garantizando así la calidad y la autenticidad de cada pieza. La empresa ha invertido en tecnología de vanguardia, que les permite optimizar el proceso sin sacrificar la atención al detalle, un aspecto que ha sido clave en su éxito.
En los últimos meses, la empresa ha recibido numerosos encargos de arquitectos y diseñadores que buscan incorporar estos suelos únicos en nuevas construcciones y renovaciones. Su colección ha sido bien recibida en ferias de diseño en Barcelona, donde los visitantes han elogiado la calidez y la estética de los productos.
Además de su enfoque en el diseño, la empresa también destaca por su compromiso social. Realiza colaboraciones con diversas organizaciones locales, apoyando iniciativas que promueven la educación y la sostenibilidad. A través de talleres y programas divulgativos, buscan concienciar a las nuevas generaciones sobre la importancia de proteger el medio ambiente y valorar el trabajo artesanal.
El futuro de esta empresa familiar parece prometedor. Con planes de expansión hacia el mercado internacional, el equipo está emocionado por la oportunidad de llevar un pedazo de la cultura catalana a hogares de todo el mundo, ayudando a conservar el legado de sus antepasados y la belleza única que ofrece la madera. Una historia que, sin duda, continúa escribiéndose con cada tabla que sale de su taller.