La Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Sudán del Sur ha hecho un llamado urgente y coordinado para una intervención regional destinada a salvar el tambaleante Acuerdo de Paz Revitalizado de 2018. Yasmin Sooka, presidenta de la Comisión, afirmó que la situación del acuerdo de paz es crítica, advirtiendo que la violencia renovada lo está llevando al borde de la irrelevancia y amenazando con su colapso total. Esta ruptura, según Sooka, podría fragmentar aún más el país.
La Comisión ha destacado que la escalada de ofensivas militares, las represiones políticas y la presencia de fuerzas extranjeras están acelerando el deterioro del Acuerdo, generando un miedo generalizado y un trauma profundo entre la población sursudanesa. Durante recientes diálogos con representantes de la sociedad civil, se evidenció el temor y la ansiedad que permea en las comunidades.
Desde marzo de 2025, las Fuerzas de Defensa del Pueblo de Sudán del Sur (SSPDF) han intensificado sus operaciones militares, incluyendo ataques aéreos en áreas pobladas, que han dejado un saldo de numerosas víctimas y desplazamientos masivos. Varias regiones han declarado estados de emergencia debido a la continuidad de estas acciones. El comisario Carlos Castresana Fernández mencionó que los sursudaneses están viviendo un trauma extremo, exponiéndose a ataques selectivos que alteran drásticamente sus vidas.
Los informes indican la colaboración de las fuerzas ugandesas con las SSPDF, así como la decisión del gobierno de reclutar miles de nuevos soldados, lo que sugiere un conflicto prolongado. Castresana Fernández criticó esta campaña de reclutamiento, señalando que contradice el Acuerdo Revitalizado y urgió a los líderes del país a dejar de lado sus agendas partidistas y centrarse en el bienestar del pueblo.
La detención arbitraria de figuras opositoras, incluido el primer vicepresidente Riek Machar, ha agudizado las tensiones políticas en el país. La crisis de derechos humanos y humanitaria se ha intensificado, con la población civil, especialmente en el Alto Nilo, sufriendo un impacto devastador. Esta región, ya gravemente afectada por la inseguridad alimentaria, ha devenido en un corredor crucial para los refugiados que buscan escapar del conflicto.
Asimismo, existe un creciente temor de que, si no se controla la situación, el conflicto en Sudán del Sur podría entrelazarse con la crisis en Sudán, produciendo consecuencias aún más graves. El comisario Barney Afako ha calificado la reducción de la transición como un acto imprudente y necio, que está reavivando la violencia y agravando la inseguridad.
La Comisión ha reiterado sus llamados a los actores regionales e internacionales para intensificar la presión diplomática sobre los líderes de Sudán del Sur, con el fin de asegurar una inmediata desescalada y la completa implementación del Acuerdo Revitalizado. Yasmin Sooka ha urgido a socios regionales, como la Unión Africana y la IGAD, a aumentar su influencia para facilitar un diálogo significativo y restablecer la paz, afirmando que esta es la única vía hacia la estabilidad y una transición democrática en el país.
Fuente: ONU últimas noticias