La situación en El Fasher, capital de Darfur del Norte, se ha vuelto insostenible para cientos de miles de personas que enfrentan un día a día marcado por el conflicto armado, la extrema falta de alimentos y el asedio. Las agencias de la ONU han denunciado ataques sistemáticos contra civiles y exigen un acceso humanitario inmediato y sostenido. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha subrayado la magnitud de la crisis, describiendo el hambre en Sudán como la mayor crisis alimentaria del mundo, con 25 millones de personas, es decir, la mitad de la población del país, en riesgo de padecer hambre aguda.
Desde hace más de un año, El Fasher se encuentra bajo el asedio de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), lo que ha impedido que la ayuda humanitaria llegue a quienes más la necesitan. Los habitantes han comenzado a recurrir al forraje para animales y a los restos de comida para sobrevivir. Las cocinas comunitarias han colapsado, y los precios de productos básicos como el sorgo y la harina han aumentado descontroladamente. En medio de esta crisis, también han proliferado los saqueos y la violencia sexual.
Aquellas personas que logran escapar de la ciudad a menudo se dirigen al campamento de desplazados de Tawila, que alberga actualmente a unas 400.000 personas en condiciones precarias, con refugios improvisados que apenas pueden soportar la lluvia. Las raciones del PMA, que incluyen galletas de alto contenido energético, sorgo, aceite vegetal y sal, son el único sustento para muchos de los desplazados.
La violencia en El Fasher continúa siendo alarmante. Según informes recientes, las Fuerzas de Apoyo Rápido mataron al menos a 57 civiles en un ataque el 11 de agosto, incluidos 40 desplazados internos. Entre enero y junio de este año, el campamento de Abu Shouk sufrió al menos 16 ataques, resultando en 212 muertos y 111 heridos, lo que ha llevado al Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos a calificar esta situación como «inadmisible».
La posibilidad de persecución étnica es otra de las preocupaciones que han surgido, dado que diversas fuerzas rebeldes intentan tomar el control de la región. Testigos de los recientes ataques han corroborado violaciones graves de derechos humanos, incluyendo asesinatos, violaciones masivas y desapariciones forzadas. El Alto Comisionado Volker Türk ha instado a todas las partes involucradas a tomar medidas inmediatas para proteger a los civiles y permitir pasos seguros para quienes desean abandonar las zonas en conflicto.
El PMA ha comunicado que posee camiones listos para suministrar ayuda alimentaria a El Fasher, pero requiere garantías de paso seguro para hacerlo. La agencia ya proporciona asistencia a más de cuatro millones de personas en todo Sudán, pero ha advertido que los avances en la lucha contra el hambre son frágiles y ha solicitado a la comunidad internacional 645 millones de dólares para continuar sus operaciones en los próximos seis meses. Sin estos fondos y sin acceso humanitario, millones de personas seguirán al borde de la inanición.
Fuente: ONU últimas noticias