El Secretario General de la ONU ha levantado la voz en contra del nuevo sistema de reparto de ayuda humanitaria en Gaza, gestionado por Estados Unidos e Israel, al señalar que este enfoque “está matando gente”. Desde la implementación de este modelo hace un mes, las autoridades de Gaza han reportado 549 muertes por disparos de soldados israelíes mientras se encontraban en los puntos de distribución de alimentos.
Guterres enfatizó que las operaciones humanitarias están siendo sofocadas y añadió que “cualquier operación que canalice a civiles desesperados hacia zonas militarizadas es inherentemente insegura”. El Secretario General subrayó que la simple búsqueda de alimentos no debería derivar en una sentencia de muerte, instando a Israel, como potencia ocupante, a facilitar el socorro humanitario en la región.
Ante las recientes afirmaciones de un diario israelí que reporta testimonios de soldados que recibieron órdenes de disparar contra civiles, Guterres argumentó que no se requieren esas informaciones para reconocer las violaciones graves del derecho internacional humanitario en Gaza, y enfatizó la necesidad de rendición de cuentas.
En otro contexto, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU ha expresado su preocupación por la situación en Venezuela. En el último año, han sido documentadas detenciones arbitrarias, violaciones al debido proceso y desapariciones forzadas que afectan a defensores de derechos humanos y opositores políticos. A pesar de las liberaciones condicionales, decenas de personas siguen detenidas sin acceso a asistencia consular.
Volker Türk, Alto Comisionado de Derechos Humanos, ha instado a liberar a todas las personas detenidas arbitrariamente, haciendo un llamado al cese de las desapariciones forzadas. Además, ha pedido a Estados Unidos que frene las deportaciones de venezolanos y se asegure del cumplimiento del debido proceso.
Por su parte, en Nicaragua, la persecución sistemática contra opositores políticos ha llevado al cierre de más de 5,000 organizaciones desde 2018. Esta represión se ha intensificado, afectando a periodistas y líderes comunitarios, y consolidando un clima de miedo que silencia voces críticas en el país.
Finalmente, en Colombia, un informe de la Oficina para los Derechos Humanos ha revelado que más de 658 menores han sido víctimas de violaciones graves de derechos humanos entre 2022 y 2024, destacando el alarmante aumento en el reclutamiento forzado de niños por grupos armados. Las redes sociales están siendo utilizadas para captar la atención de menores, lo que agrava aún más la problemática en un contexto preelectoral.
Fuente: ONU últimas noticias