Sitges 2011- Primera jornada: Presentación, “Eva”, “Contagion” y “Tender Son-The Frankenstein Project”.

Cartel corporativo Festival SitgesAyer se inauguró la 44º edición del Festival de Cine Fantástico de Cataluña y lo primero que he aprendido, es que la rápida adaptación en este tipo de eventos, es primordial para desenvolverse favorablemente y así poder asistir a las proyecciones deseadas. Yo, el que se esconde tras estas líneas y como buen novato  en este tipo de certámenes, he asistido a colas interminables que no eran necesarias realizarlas por el simple hecho de no fijarme bien o por falta de información. Y si a eso, le sumamos la cantidad de acontecimientos alternativos que no tenía presente en mi previsión del día, el resultado se convierte en momentos de improvisación y contradicción absoluto, ahora voy a tal sitio y a mitad de camino retrocedo para ir a otro. Así que la clave todo esto, consiste en salir temprano y dejarse llevar  a la aventura de lo imprevisto, porque cada momento es mágico y es algo que se puede respirar entre todos los que nos encontramos en este preciso instante.

Todo lo más importante del festival, transcurre en el Hotel Meliá, (desde las proyecciones de las más destacadas películas del certamen, hasta las entrevistas y las entregas de premios…) que queda algo apartado del centro del pueblo de Sitges y como no, hay que caminar algo cuesta arriba, con una mochila repleta de cosas que pesan demasiado para cualquier persona falto de ejercicio. Tras conseguir mi pase de prensa, (equivocándome de cola por primera vez), me dirigí a la proyección de la película que inaugura esta edición:

Sitges 2011- Primera jornada: Presentación, “Eva”, “Contagion” y “Tender Son-The Frankenstein Project”. 5“Eva”, buenas maneras para un guión flojo.

Poca cosa había leído sobre esta película, excepto que pasó por el certamen de La Mostra de Venecia  con gran aceptación entre la crítica y aunque no me llamara demasiado su tráiler, me dirigí a verla. El film está ambientado en el año 2041 y aunque está representado como un futuro muy inmediato, nos representan como una sociedad totalmente integrada con los robots, ahora mismo me vienen a la mente películas como Yo, robot(2004) o Inteligencia Artificial(2001) de las cuales tiene notables influencias. Alex (Daniel Brühl), es un brillante diseñador de robots que le dan el encargo de terminar el robot más emocionalmente humano que estaba a punto de construir años antes, para ello, tendrá que volver al lugar que una década dejó atrás, abandonando a su hermano y a su cuñada. En ese reencuentro se abrirán heridas del pasado que le volverán a atormentar. Cabe destacar de esta película que los efectos especiales no son para nada desmesurados y ejercen a la perfección su propósito, el de parecer un futuro realista. El debutante director Kike Maíllo nos presenta un film, que aunque no resulte del todo conmovedor, debido sobretodo a un guión bastante previsible, esté perfectamente orquestado y la sensación de indiferencia inicial que me producía el largometraje, se convierta en un producto ameno, si no exigimos demasiado. Pero no vayamos a engañar, si lo que se estás buscando es una película con momentos de acción, aquí no la vas a encontrar, de hecho está más encaminado al drama sentimentaloide que a un film de caracter más agresivo . De los personajes cabe destacar el papel que interpreta Lluís Homar como androide que le da el punto de sal que precisa tanta historia lacrimógena.

foto rueda de prensa Eva

Una vez finalizada la proyección, salí rápidamente para asistir a la rueda de prensa con los actores Lluís Homar, Marta Etura, Daniel Brühl, Kike Maíllo (director) y Claudia Vega . Debido a los quince minutos de retraso según lo previsto, pude estar poco tiempo, así que poco pude sacar sobre lo que ocurrió detras de las cámaras durante la filmación de la película,  ya que en pocos minutos empezaba el siguiente film:

“Contagio”, película no recomendada para personas hipocondríacas.Cartel película Contagion Sonderbergh, nos presenta un film hiperrealista sobre las consecuencias de un virus letal que ataca al la población mundial. Una enfermedad inspirada en la gripe porcina o H1N1, de la cual se especuló mediáticamente sobre los intereses farmacéuticos y sus ganancias, amenaza que resultó, afortunadamente, no serlo para la mayoría de los mortales. La primera mitad del film, es un ejercicio magistral de la presentación de los hechos. Desde una visión global, su director nos presenta los acontecimientos identificándonos  con lo sucedido de una manera muy cercana, planteándonos el dilema moral de lo que supone el contacto humano en plena crisis infecciosa. Pero una vez el planteamiento presentado, nos encontramos con un film ambicioso que trata de cubrir todos los puntos de vista posibles,  desarrollándolos  en un camino comúnmente transitado. Es su reparto coral uno de sus mayores atractivos: nos podemos encontrar desde unos solventes  Gwyneth Paltrow, Matt Damon, Kate Winslet y Marion Colliard,  hasta unos correctos Jude Law, Lawrence Fishburne y Bryan Cranston conocido sobretodo por su papel de Walt de la excelente serie Breaking Bad .

Una vez terminada la sesión me dirigí a la proyección de un film que no tenía previsto ver, ya que tras cuarenta y cinco minutos de otra interminable cola, había perdido la ocasión de ver la proyección de Knuckle, un documental que tenía gran interés por ver, pero que no ha sido posible, al creer que tenía que solicitar entrada para la proyección y luego descubrir que no era necesario. Así que como alternativa me enfrenté a un film que poco me había llamado la atención:

“Tender Son-The Frankenstein Project”, cine desconcertante.

Cartel película Tender SonHay a veces que uno se presenta a la sala sin saber que se va encontrar, con la esperanza que un film del cual desconocía todo lo que se debería saber, se convierta en ese gran descubrimiento que uno desea reivindicar. Así que  sin apenas punto de apoyo, con el cual poder sujetarse, me adentré en el imaginario de un director húngaro que nos presentaba su última creación. Me es difícil  comprender  las intenciones que el director  Kornél Mundruzó ha intentado transmitir con su obra, cuyo estilo recuerda vagamente al cine de Michael Haneke, e incluso su cartel parece sacado de una de sus películas y claro, eso son palabras mayores. La trama se decanta por un feísmo de las relaciones humanas, donde la violencia espontánea y la coincidencia arbitraria toma un papel fundamental. Un metraje lento, acompañado de diálogos cuya respuesta es lo que menos importa, hace que todo lo que vemos en la pantalla se haga cada vez más cuesta arriba, aunque su inicio fuera esperanzador.

Esto es lo que me ha ofrecido el día de ayer, hoy en cambio las cosas van saliendo más fluidas (llevo tres películas vistas que comentaré mañana, más otra  que me queda por ver ahora mismo).¡ Hasta mañana!.

Scroll al inicio