Sin ser una gran película, Legend of the Fist: the return of Chen Zen ha levantado los ánimos del público en la sesión con más jolgorio de la jornada y, quizás, del Festival. En Legend of the Fist, el realizador chino Wai-keung Lau recupera el personaje de Chen Zen (ahora encarnado por Donnie Yen), un héroe para la nación china contra la opresión japonesa que hizo famoso a Bruce Lee en Furia Oriental.
Legend of the Fist, pues, es una secuela del film de Bruce Lee y, como tal, recupera la esencia de este cine de artes marciales que llevó a Lee al estrellato. Esta sencilla historia de épica y nacionalismo chino es el marco para que unas colosales coreografías de artes marciales brillen en la pantalla con el resplandor de los 70, pero con una espectacularidad mucho mayor.
Este cine palomitero de antaño ha hecho que el público del Auditori Melià se entregara a fondo y participara activamente de la película con risas, sonoros aplausos cada vez que tumbaban a alguien y con abucheos cuando el villano parafraseaba cualquier chorrada.
Este, amig@s, es el verdadero ambiente del Festival de Sitges, una gran fiesta del cine con grandes películas y, sobretodo, con un público sensacional dispuesto a todo para ver un tipo de cine, digamos especial, que desgraciadamente no se prodiga demasiado en nuestro país. ¡Que siga la fiesta!
PD: Antes de la proyección de la película se han pasado todas las promos en homenaje al 30 aniversario de El Resplandor, algunas de ellas brutalmente divertidas, lo que me sirve de excusa para dar mis felicitaciones a Kubrick, Nicholson y el equipo que realizó esta eterna película deterror.
