El salón es una de las áreas más importantes de cualquier hogar, ya que es donde se recibe a los invitados y se pasa gran parte del tiempo libre. Sin embargo, hay errores comunes en la decoración que pueden hacer que este espacio se vea menos atractivo e incluso un tanto cutre. A continuación, se detallan seis errores decorativos que se deben evitar a toda costa para mantener un salón en perfectas condiciones.
El primero de estos errores es el uso excesivo de muebles grandes y voluminosos. Muchas personas cometen el error de llenar el salón con sofás y mesas enormes que no permiten un flujo adecuado en la habitación. Esto no solo reduce la sensación de espacio, sino que también crea un ambiente opresivo y desorganizado.
Otro fallo común es la mala elección de colores. Optar por tonos oscuros y apagados, o mezclar colores que no combinan bien entre sí, puede dar una impresión visual de caos y desorden. En lugar de ello, se recomienda escoger una paleta de colores que aporte luminosidad y armonía al espacio.
La iluminación es un aspecto crucial en cualquier esquema decorativo y cometer errores en este sentido puede transformar un salón elegante en un lugar poco atractivo. La falta de una iluminación adecuada, con puntos focales y lámparas variadas, puede hacer que el espacio se vea sombrío y poco acogedor. Es vital contar con diferentes fuentes de luz para crear un ambiente confortable y estéticamente agradable.
El cuarto error tiene que ver con la disposición de los muebles. Colocar todos los muebles pegados a las paredes da la sensación de un espacio desaprovechado y poco acogedor. Es preferible formar una distribución más centrada, que favorezca la conversación y la interacción.
Asimismo, el quinto error está relacionado con la acumulación de objetos decorativos. Un salón sobrecargado de adornos y artículos personales puede parecer desordenado y poco sofisticado. Menos es más, y optar por una decoración minimalista permite que cada elemento destaque sin abrumar la vista.
Finalmente, el sexto error es no tener en cuenta la funcionalidad del espacio. Priorizar la estética por encima de la practicidad puede resultar en un salón que, aunque visualmente atractivo, no es funcional. Es imprescindible que el mobiliario y la decoración cumplan un propósito práctico y se adapten a las necesidades diarias de los habitantes del hogar.
Evitando estos seis errores decorativos, se puede lograr que un salón no solo luzca bien, sino que también sea un lugar cómodo y agradable donde pasar el tiempo.
