En el competitivo mundo del envasado, la innovación se convierte en una necesidad imperiosa para hacer frente a los desafíos contemporáneos. Schaeffler, con su marca Ewellix, ha introducido una solución prometedora: el movimiento lineal electromecánico de alta precisión. Este avance busca transformar las operaciones de envasado, que tradicionalmente requerían sistemas de accionamiento por fluidos, con una nueva generación de actuadores electromecánicos que prometen optimizar la eficiencia y flexibilizar los procesos industriales.
El sector del envasado enfrenta una creciente presión para mejorar su productividad, agilidad y eficiencia en el uso de recursos. Con un gasto anual en envases que roza los 900.000 millones de dólares, la economía moderna necesita soluciones que aborden los múltiples roles que desempeña el envasado, desde asegurar la protección de los productos hasta facilitar su manipulación.
Sin embargo, las exigencias son cada vez mayores. El auge del comercio electrónico ha incrementado la demanda de envases y ha complicado su gestión. Comparados con los envíos tradicionales al por menor, los destinados al comercio digital pueden requerir hasta 20 veces más manipulación manual. Además, la sostenibilidad es un reto creciente, con las preocupaciones sobre el impacto ambiental de los residuos de envases de plástico, que pueden tardar siglos en descomponerse.
Frente a estos desafíos, la industria del envasado está adoptando una gama de nuevas tecnologías y modelos de negocio para mejorar su eficiencia y sostenibilidad. En este contexto, la automatización se presenta como un motor de cambio crucial. Las tareas anteriormente manuales están siendo automatizadas, mejorando así la velocidad y la productividad de las operaciones. Se prevé que la demanda de estas tecnologías crezca un 9,2% anual durante los próximos cinco años, superando con creces el crecimiento del sector en general.
Uno de los avances más destacados en la automatización del envasado es el desarrollo de actuadores electromecánicos. Estos sustituyen a los tradicionales cilindros hidráulicos o neumáticos con un sistema más simple y eficiente, que transforma hasta el 80% de la energía de entrada en trabajo útil. La precisión y control que ofrecen son inigualables, permitiendo una repetibilidad exacta en los movimientos, lo cual es esencial en procesos delicados como el moldeo por soplado de botellas PET.
Esta sofisticación no solo se traduce en mejoras económicas, sino también operativas. En la industria de alimentos y bebidas, donde la diversidad de formas y tamaños de envases es creciente, los actuadores electromecánicos permiten ajustes automáticos, reduciendo el tiempo de inactividad y aumentando la flexibilidad de las líneas de envasado.
Además, en el ámbito de la robótica, la integración de estos actuadores con cobots -robots colaborativos- amplía las capacidades de estas máquinas. Los cobots pueden operar en plataformas móviles, desplazándose eficientemente a lo largo de las líneas de producción y ayuda en tareas que antes requerían ajustes manuales significativos.
Colaboraciones como la de Schaeffler con Universal Robotics están desarrollando soluciones plug-and-play, facilitando la integración rápida y segura de cobots en los procesos de producción.
En resumen, la adopción de actuadores electromecánicos representa un paso significativo hacia un futuro más eficiente y sostenible en el envasado. Con estos avances, el sector busca no solo mejorar su productividad, sino también reducir su huella ambiental, demostrando que la innovación tecnológica es clave para enfrentar los retos del presente y del futuro.