Sabores de Lima: Innovación en una Granja Saudí

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Recuerdos con sabor a lima impulsan la innovación en una granja saudí

Mohamed Alnwairan se encuentra ante su pequeña explotación agrícola en Al Ahsa, en las áridas tierras del este de Arabia Saudí, donde un frondoso cítrico se prepara para ofrecer su primera cosecha de limas dentro de cuatro meses. Este antiguo empresario, reconvertido en agricultor tras 15 años cultivando en la región, enfrenta el desafío del cambio climático y la creciente escasez de agua al implementar nuevas tecnologías en sus prácticas agrícolas.

«Estamos muy orgullosos de nuestras limas en esta parte de Arabia Saudí. Puedes sentir el aceite de los cítricos en las manos cuando las tocas», comenta Alnwairan. Su cultivo, que abarca tres mil metros cuadrados y cuenta con unos 120 limeros de dos metros de altura, se ha beneficiado de un sistema de riego inteligente que integra datos meteorológicos para optimizar el uso del agua.

Alnwairan ha marcado una clara distinción en su explotación: a la izquierda se encuentran los árboles regados con técnicas modernas y a la derecha, aquellos que reciben un riego tradicional a presión. «Los árboles de la izquierda están prosperando más», explica, observando la notable diferencia en color, forma y tamaño de los frutos. La buena salud de sus limeros se atribuye a un manejo eficiente del riego, un método promovido en la región por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

La situación hídrica en el oasis ha cambiado drásticamente en los últimos años. La disminución de las lluvias y el uso intensivo de agua para el cultivo de arroz han llevado al agricultor a renunciar a esa especialidad en una parcela cercana, donde el agua debía extraerse de un pozo que se encuentra a 300 metros de profundidad. Mahmoud Abdelnabby, un experto de la FAO, destaca que «el riego inteligente puede reducir el consumo de agua en un 70% y es más sostenible para el medio ambiente».

Aunque el agua actualmente no tiene coste para los agricultores, la automatización del riego permite también un ahorro en la mano de obra, pues este trabajo intensivo se vuelve más manejable durante las altas temperaturas veraniegas. Esta tecnología es accesible y aunque supone una inversión inicial, su rentabilidad se manifiesta en mejores cosechas y menores gastos en personal.

A medida que el fenómeno del cambio climático avanza y se intensifican las sequías en Arabia Saudí, los agricultores se enfrentan a la desertificación y a la pérdida de tierras cultivables. Jaffar Almubarak, de la Organización Saudí de Riego, enfatiza que «el riego inteligente es parte de una respuesta integrada al cambio climático», que también debe considerar una gestión adecuada del suelo y una selección inteligente de cultivos.

El desafío es global, ya que hasta el 40% de la tierra en el planeta está degradada, lo que afecta profundamente al clima y a la biodiversidad. La próxima cumbre en Riad, programada para diciembre de 2024, reunirá a líderes internacionales para abordar problemas de sequía y pérdida de tierras.

Impulsado por la necesidad y una visión clara, Alnwairan se plantea expandir el riego inteligente a toda su explotación, enfocándose en el cultivo de limas, para el cual ya cuenta con un mercado preparado. Si más agricultores deciden seguir su ejemplo, el uso del agua en estas tierras áridas podría optimizarse, contribuyendo a la lucha contra la desertificación.
Fuente: ONU últimas noticias