Rusia se carga a la mecánica holandesa

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rusos-cuartos-arshavin.jpg Pocos apostantes hubiesen dicho que los rusos se podían cargar a los holandeses, y es que eran dos selecciones con distinto camino, ya que los de naranja comenzaron muy fuerte esta edición de la Eurocopa venciendo a Italia y Francia, y rubricando su favoritismo ganando en el último partido de grupo a Rumania, en cambio Rusia comenzó de forma muy triste cayendo de goleada ante España, sin mostrar nada, quizás por la baja de su estrella Arshavin, después vencieron sin brillo a Grecia, y terminaron con la resistencia sueca en el último encuentro que le permitió meter la cabeza en cuartos, haciendo historia y llegando como víctimas a esta ronda.

Anoche se pudo ver un gran partido donde se ponía en juego la táctica de la «naranja mecánica», ya que en los banquillos estaban dos entrenadores que se conocen bastante, y donde el maestro venció al alumno, gracias a la jugada maestra que anuló la claridad de los jugadores de calidad del medio campo holandés.

Rusia salió al campo sin ningún complejos, con ganas de demostrar que no eran ni mucho menos víctimas, que iban a por el partido, y buena parte de eso se enteró Van der Sar cuando tuvo que estirarse para tirar un gran lanzamiento de falta directa por parte de Zhirkov, y poco después de Pavlyunchenko, aunque Sneijder no se quedaba atrás e intentaba marcar de forma individual, pero su disparo no encontró puerta como en días anteriores, así que el marcador no se movió en el primer tiempo.

En los primeros minutos del segundo tiempo y después de una aviso de De Jong llegó el primer gol del partido gracias a un remate Pavlyuchenko que nada pudo hacer el portero ruso, así que el guión cambiaba mucho y comenzaban los ataque holandeses y contragolpes rusos, que podían haber sentenciado el partido, pero fue Van Nistelrooy quien encontró puerta y marcó el gol del empate a falta de cuatro minutos.

La prórroga significa treinta minutos más de emoción y diversión, ya que los dos equipos no podían bajar y se convirtió en un auténtico correcalles, hasta que Torbinski adelantó en el segundo tiempo a su equipo y Arshavin remató la fiesta rusa con el 1-3 y poniendo el broche a una actuación estelar.