El Supremo Tribunal Federal de Brasil ha alcanzado una mayoría para modificar el régimen de responsabilidad de los intermediarios en línea, una decisión que podría cambiar significativamente la forma en que las plataformas digitales gestionan el contenido publicado por los usuarios. Con ocho de los once jueces presentando sus opiniones, la corte ha conseguido suficientes votos para eliminar en gran medida la necesidad de una orden judicial previa para responsabilizar a las plataformas por los contenidos del usuario, una norma que ha estado en vigor desde la aprobación del Marco Civil da Internet en 2014.
Este juicio se centra en el Artículo 19 del Marco Civil, que establece que las aplicaciones de internet solo pueden ser responsabilizadas por contenido de terceros si no cumplen con una orden judicial que ordene su eliminación. Esta disposición se alinea con los principios de Manila y busca prevenir un exceso de censura y cumplimiento forzado que pueda amenazar la libertad de expresión.
A pesar de que el juez André Mendonça propuso preservar la aplicación del Artículo 19 en su totalidad, cuatro jueces abogaron por aplicarlo solo en casos específicos, principalmente relacionados con delitos contra el honor, como la difamación. Por otro lado, los tres jueces restantes consideran que el Artículo 19 brinda protecciones insuficientes a derechos constitucionales fundamentales, incluyendo la protección integral de los niños y adolescentes.
El juicio se reanudará el 25 de junio, donde se espera que los tres jueces finales completen el análisis. Aunque la mayoría parece inclinarse hacia la inconstitucionalidad parcial del Artículo 19, las variaciones en los detalles de cada voto indican la necesidad de llegar a importantes acuerdos y ajustes críticos.
Las implicaciones de este fallo son preocupantes para la libertad de expresión y la privacidad en línea, ya que podría llevar a obligaciones de monitoreo general de contenido y ampliar los mandatos de aviso y eliminación. De continuar esta tendencia, podría influir negativamente en el desarrollo de normativas en otros países.
La situación actual es resultado de un contexto de creciente desconfianza hacia las plataformas digitales, impulsado por la concentración de poder en el ámbito digital y un marco regulatorio que parece dejar de lado las preocupaciones sobre la libre expresión que motivaron el Marco Civil. Desde la llegada al poder de expresidentes como Jair Bolsonaro hasta las recientes iniciativas legislativas, las dinámicas políticas y sociales han forzado un cambio hacia enfoques más restrictivos respecto a la responsabilidad de los intermediarios en línea.
La corte también ha sido influenciada por el aumento de casos de desinformación y violencia en línea, así como la creciente preocupación por la seguridad de niños y adolescentes en el entorno digital. Estos elementos han llevado a un examen más crítico de cómo se regula el contenido en línea en Brasil, lo que podría tener repercusiones significativas en la relación entre las plataformas digitales y la libertad de expresión en el país.
Fuente: EFF.org