Como parte de las regulaciones de seguridad en los vuelos, hay restricciones en cuanto a la cantidad de líquidos que se pueden llevar en el avión. Esto se debe a que los líquidos pueden presentar un riesgo en términos de seguridad.
Según las regulaciones de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA) en Estados Unidos, los pasajeros pueden llevar líquidos en envases de 3.4 onzas (100 mililitros) o menos en su equipaje de mano. Estos envases deben estar guardados en una bolsa transparente con cierre de cremallera y cada pasajero solo puede llevar una bolsa.
Si se llevan líquidos en envases de más de 3.4 onzas, estos deben ser transportados en el equipaje facturado. Sin embargo, existen algunas excepciones para ciertos líquidos como medicamentos, alimentos para bebés y fórmula, así como líquidos para condiciones médicas especiales.
Es importante revisar las regulaciones específicas de cada aerolínea y país, ya que pueden variar ligeramente. En general, se recomienda a los pasajeros revisar las restricciones de líquidos antes de empacar para evitar problemas en el control de seguridad del aeropuerto.
En resumen, la cantidad de mililitros permitidos en el avión para líquidos está limitada a 100 mililitros en los envases de mano, con ciertas excepciones. Es crucial seguir las regulaciones de seguridad para evitar contratiempos en el proceso de embarque.