Sentir el abdomen hinchado es una de las molestias más recurrentes en la población, llevando a muchas personas a preocuparse por su origen y las posibles soluciones para aliviar estos síntomas. Julyssa Cobián, médico especialista en Aparato Digestivo de la Policlínica Gipuzkoa, aborda este problema explicando las diferencias y causas de la hinchazón y distensión abdominal, y ofrece recomendaciones para manejar estas condiciones.
Según la Dra. Cobián, es crucial distinguir entre hinchazón y distensión abdominal. La hinchazón se describe como una sensación subjetiva donde el individuo siente que su abdomen está tenso. Por otro lado, la distensión abdominal se refiere a un aumento objetivo del tamaño del abdomen. A menudo, ambas situaciones pueden cohabitar en un mismo paciente, aunque también pueden presentarse de manera independiente.
La doctora clasifica las causas funcionales de la distensión abdominal en tres grupos principales. El primero corresponde a quienes presentan un incremento verdadero de gas en el abdomen, aunque este fenómeno es relativamente infrecuente y se observa generalmente en la pseudo obstrucción abdominal crónica. Otro grupo incluye aquellos con estreñimiento derivado de una sinergia pélvica ineficaz, lo que dificulta la correcta eliminación de gases. Finalmente, algunos pacientes sufren de hipersensibilidad abdominal, donde el problema no radica en la cantidad de alimentos consumidos, sino en cómo el cuerpo percibe su contenido.
Además de estas causas funcionales, Cobián menciona la importancia de descartar causas orgánicas, como podrían ser los tumores o la acumulación de líquido en el abdomen, conocida como ascitis. Estas causas suelen provocar distensiones más constantes y no dependen tanto del consumo de alimentos.
Para evitar la hinchazón abdominal, Cobián sugiere una combinación de cambios de estilo de vida. Recomienda hacer ejercicio regularmente, practicar respiraciones diafragmáticas y ajustar las rutinas alimenticias para comer despacio y en horarios fijos. También destaca la importancia de consumir porciones pequeñas y variadas para ayudar a facilitar el proceso digestivo.
En cuanto a la dieta, aunque algunos alimentos como las legumbres pueden provocar distensión por fermentación bacteriana, no siempre son los culpables. La especialista enfatiza que, en muchos casos, la distensión no está directamente relacionada con los alimentos consumidos, sino con cómo el cuerpo gestiona el contenido en el abdomen. Por lo tanto, es crucial estar atentos a otros síntomas y buscar ayuda médica si la distensión persiste y afecta la calidad de vida.
Finalmente, Cobián aconseja a los pacientes que experimenten distensión abdominal continua a lo largo del día que busquen una evaluación médica para descartar condiciones más serias y encontrar el tratamiento adecuado.