El Informe Europeo de Pagos de Intrum ha revelado las principales prioridades de las empresas españolas para el 2025. En un contexto de desafíos económicos, el 76% de las organizaciones se centrará en reducir costes y aumentar la eficiencia operativa a lo largo del próximo año. Este foco en la optimización resalta un cambio significativo en comparación con el año anterior, cuando el 79% de las empresas priorizaban la mejora de la liquidez y la gestión del flujo de caja. Ahora, esta meta ha pasado a ocupar el segundo lugar, con un 74%.
Además, los datos del informe indican que la mitigación de riesgos crediticios y la mejora de la prevención de impagos se ha vuelto esencial, con un 71% de las compañías españolas enfatizando su importancia. La transformación digital también se presenta como una prioridad, con un 70% de las empresas apostando por modernizar sus operaciones. Asimismo, la revisión de los contratos con socios y proveedores es vista como una medida necesaria por el 67% de las organizaciones, y el 58% planea optimizar los procesos de pago para garantizar que los proveedores reciban el abono de sus facturas de manera puntual.
Ante un panorama económico que muestra una perspectiva de crecimiento lento pero constante, las empresas se enfrentan a la presión de aumentar costes, lo que impulsa la necesidad de implementar estrategias que ayuden a mitigar riesgos financieros y operativos. La Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial sostiene esta tendencia, mostrando que la cautela es fundamental ante un entorno cambiante.
Las prioridades no solo son diferentes para cada empresa, sino que también varían según el sector. Por ejemplo, industrias como telecomunicaciones y banca priorizan la reducción de costes (85% y 84% respectivamente), mientras que sectores como el tecnológico y farmacéutico se centra en fortalecer la liquidez y el flujo de caja (84% y 77%).
Lo que respecta a las medidas contra los impagos, el informe indica que las empresas están considerando diversas estrategias. La más común es gestionar los atrasos de pago en sus primeras etapas, una táctica que el 64% de las compañías contempla para evitar que pequeños retrasos se conviertan en impagos graves. La inversión en digitalización y nuevas tecnologías también se valora como una medida efectiva, con un 33% de empresas dispuestas a utilizar herramientas digitales para la gestión de cobros. Además, un 29% busca establecer alianzas estratégicas y un 22% considera colaborar con empresas especializadas en el cobro de deudas.
Así, el panorama empresarial en España se perfila como uno de retos, donde la agilidad, la adaptación y la previsión jugarán un papel crucial en el éxito de las organizaciones.