En una resolución adoptada este viernes, el Consejo de Seguridad de la ONU ha decidido extender por un año más el mandato de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia, aunque con un notable ajuste en sus funciones clave. Este cambio excluye las sanciones restaurativas de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la supervisión del Capítulo Étnico del Acuerdo de Paz firmado en 2016 entre el Gobierno colombiano y las FARC.
El nuevo mandato mantendrá la verificación del capítulo sobre reforma rural integral, que ha sido uno de los aspectos más retrasados en su implementación. También se supervisará la reintegración de excombatientes de las FARC y las garantías de seguridad para las comunidades en zonas afectadas por el conflicto.
La resolución, impulsada por el Reino Unido, recibió 13 votos a favor, mientras que Estados Unidos y Rusia se abstuvieron, marcando una fractura en lo que había sido un apoyo unánime a lo largo de los ocho años de existencia de la misión. A diferencia de las renovaciones anteriores, la redacción de este documento requirió semanas de negociaciones, en las que Estados Unidos expresó su desacuerdo sobre lo que consideró un enfoque ideológico que había desviado a la misión de su propósito inicial.
El embajador de EE. UU. ante la ONU, Michael Waltz, argumentó que su país “ya no quiere ceder en su posición en materia de paz y seguridad”, enfatizando que la misión había sobrepasado su mandato original. Sin embargo, reafirmó el compromiso de Estados Unidos con la paz y la justicia en Colombia, aunque criticó la duración y sostenibilidad de las misiones de la ONU.
Por su parte, el embajador ruso, Vasily Nebenzya, justificó su abstención aduciendo que la eliminación de funciones esenciales creará un vacío en áreas cruciales como la verdad y la justicia. De hecho, subrayó que la misión de Colombia es una de las más económicas del organismo.
Varios países, incluidos China, Panamá, Argelia y Guyana, expresaron su apoyo a la resolución pero pidieron que se mantuvieran las funciones relacionadas con la justicia transicional y el Capítulo Étnico, acusando a EE. UU. de haber encargado la reducción del mandato.
La embajadora de Colombia ante la ONU, Leonor Zalabata, reafirmó el compromiso del país con la implementación del Acuerdo de Paz, subrayando que esta es una obligación de Estado que debe mantenerse a pesar de los cambios de gobierno. Lamentó la eliminación de las funciones relacionadas con justicia transicional y el enfoque étnico, subrayando que la paz solo es realizable de manera inclusiva.
A partir de ahora, la Misión de la ONU se concentrará en tres áreas clave: la reincorporación política, económica y social de los exintegrantes de las FARC; las garantías de seguridad para los firmantes de paz y la reforma rural integral. Estos elementos se consideran esenciales para avanzar hacia una paz sostenible en Colombia, pero la modificación del mandato se produce en un contexto de tensiones crecientes entre Washington y Bogotá, justo cuando el nuevo jefe de la misión, Miroslav Jenča, asume su cargo.
Fuente: ONU últimas noticias





