En 2023, las emisiones de gases de efecto invernadero en la Unión Europea alcanzaron un total de 3,4 mil millones de toneladas de CO₂ equivalentes. Esta cifra representa una reducción del 7% en comparación con el año anterior y un notable descenso del 18% respecto a 2013. La disminución de las emisiones se ha visto impulsada por casi todas las actividades económicas, que han tomado medidas significativas para mitigar su impacto ambiental.
Uno de los sectores más destacados en esta tendencia ha sido el suministro de electricidad, gas, vapor y aire acondicionado, que experimentó una impresionante reducción del 43%. Esto se traduce en 448 millones de toneladas de CO₂ equivalentes menos en el ambiente. Además, otros sectores como la minería y la extracción, los servicios y la manufactura también lograron caer en sus emisiones, con reducciones del 25%, 20% y 17%, respectivamente.
Sin embargo, no todas las actividades han mostrado avances positivos. El transporte y almacenamiento se convirtieron en las únicas áreas con un aumento en las emisiones, incrementándose en un 14% respecto a 2013. Por otro lado, los hogares también contribuyeron a la disminución general, con una reducción del 14% en sus emisiones de gases de efecto invernadero, equivalente a 110 millones de toneladas de CO₂.
A lo largo de la última década, la Unión Europea no solo ha reducido la cantidad total de emisiones, sino que también ha mejorado su eficiencia económica en términos de emisiones. La intensidad de las emisiones de gases de efecto invernadero, medida por el volumen de emisiones por unidad de valor agregado bruto, se redujo en un 32% entre 2013 y 2023. Durante este período, la economía europea experimentó un crecimiento del 19% en su valor agregado, evidenciando que es posible aumentar la producción económica mientras se disminuye el impacto ambiental.
Entre los países que más han logrado reducir la intensidad de sus emisiones se encuentran Estonia, Irlanda y Eslovenia, con caídas del 61%, 50% y 41%, respectivamente. En contraste, países como Austria, Lituania y Luxemburgo vieron reducciones más modestas, en torno al 17% y 19%.
Los avances en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en la Unión Europea revelan un compromiso creciente hacia la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente, aunque persisten desafíos significativos en sectores como el transporte. La capacidad de la Unión para combinar el crecimiento económico con la disminución de su huella de carbono será crucial en el futuro, especialmente en la lucha contra el cambio climático.