La retirada de la ayuda humanitaria por parte de Estados Unidos está en el centro de una creciente preocupación internacional, ya que podría costar millones de vidas debido a enfermedades como la malaria, el VIH y la tuberculosis. Así lo advirtió el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una reciente rueda de prensa. Tedros destacó que si las interrupciones en la asistencia continúan, este año podrían registrarse hasta 15 millones de casos adicionales de malaria, lo que resultaría en 107.000 muertes, representando un retroceso de 15 años en los avances logrados en la lucha contra esta enfermedad.
El impacto en la lucha contra el VIH también podría ser devastador, con la posibilidad de que 10 millones de personas adicionales sean diagnosticadas y la muerte de tres millones más a causa del virus, lo que restaría 20 años de progreso en la prevención y tratamiento de esta enfermedad. Además, nueve países han reportado problemas en los suministros de medicamentos para la tuberculosis, lo que agrava la crítica situación de salud en esas naciones.
Tedros también mencionó la grave amenaza que enfrenta la Red Mundial contra el Sarampión y la Rubéola, que ha sido financiada en su totalidad por Estados Unidos y está al borde del cierre justo cuando el sarampión está resurgiendo. Esta situación se da en un contexto donde los recortes de financiación estadounidenses también afectan a los esfuerzos para erradicar la poliomielitis y a la vigilancia de nuevas enfermedades.
El director de la OMS enfatizó que, si bien la Administración estadounidense tiene el derecho de decidir dónde y cómo canaliza sus recursos, también tiene la responsabilidad de hacerlo de manera ordenada y compasiva, permitiendo que los países impactados encuentren fuentes alternativas de financiamiento. Tedros hizo un llamado a Estados Unidos para que reconsidere su apoyo a la salud global, argumentando que no solo se trata de salvar vidas en el extranjero, sino que también contribuye a la seguridad de Estados Unidos al prevenir la propagación de brotes de enfermedades.
Asimismo, destacó la urgencia de establecer un diálogo con los países afectados para crear planes de transición que eviten pérdidas de vidas, y subrayó la necesidad de que otros donantes incrementen su apoyo, así como que los países en riesgo fortalezcan sus propias inversiones en salud pública.
En la Franja de Gaza, la situación es igualmente preocupante. La agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA, ha anunciado la apertura de 130 centros educativos temporales, permitiendo que 47.000 niños retomen sus estudios tras un largo periodo de interrupciones. Sam Rose, subdirector de UNRWA en Gaza, subrayó que es crucial mantener el alto el fuego para asegurar que los niños puedan acceder a la educación, ya que de lo contrario, una generación entera podría perder su futuro educativo.
La OIM, por su parte, ha manifestado su apoyo a la propuesta de la Comisión Europea para establecer un nuevo marco legal para el retorno de migrantes y solicitantes de asilo rechazados, promoviendo un enfoque equilibrado y humano en la gobernanza de la migración. Con la intención de facilitar retornos voluntarios y reintegraciones efectivas, la organización se ha ofrecido a asesorar a los países en el diseño de políticas adecuadas que respeten los derechos humanos y el marco legal internacional.
Fuente: ONU últimas noticias