Quisiera rendir mi pequeño homenaje a mi admirado e insigne escritor y Premio Nobel de Literatura José Saramago fallecido el pasado día 18 de Junio de 2.010
Después de uno de los últimos viajes que realicé a la isla de Lanzarote, en Diciembre de 2.009, decidí escribir un post en esta página dedicado a José Saramago, le asigné como título : «Tías, enclave elegido para la Fundación José Saramago»(18 Enero 2.010) Aquella visita a la Fundación la recordaré toda la vida.
He escogido algunos de los párrafos que escribí con tal motivo.
«No es verdad. El viaje no termina jamás. Sólo los viajeros terminan. Y también ellos pueden subsistir en memoria, en recuerdo, en narración… El objetivo de un viaje es sólo el inicio de otro viaje» (José Saramago)
´´Mientras camino hacia la Fundación recuerdo la primera vez que leí a José Saramago, su título «Viaje a Portugal» (1.981) una auténtica guía para el viajero. Años más tarde lo tomé como referencia para iniciarme en la difícil tarea de escribir las experiencias y peripecias vividas durante mis viajes en solitario y así compartirlas con los demás […] Ahora en mi bolso, un par de ejemplares de la penúltima obra publicada «El Cuaderno» (2.009) con el fin de obtener su dedicatoria…´´
´´Me impresiona contemplar la estancia que acoge parte de la Biblioteca y el despacho […] Destaca su mesa de trabajo sobre la que impera el orden, es muy exigente consigo mismo, y un sillón giratorio de cuero negro. Preside la misma un antiguo ordenador, fiel artilugio que aún funciona y cuyo disco duro custodia como un tesoro algunas de sus importantes obras[…] A su derecha, una pequeña estantería donde están colocados sus libros de consultas. En la pared posterior, un impresionante cuadro del escritor y su esposa Pilar del Río[…] En las vitrinas expositoras observo documentos, manuscritos, libros antiguos, carpetas, dibujos y un sin fin de interesantes objetos. Ante mi asombro, el Sr. Muñoz me muestra unas copias que sostengo entre mis manos, es la galerada que escribió en 1.948 titulada «Claraboya». En este trabajo tachó su nombre y utilizó el seudónimo de HONORATO. Una fugaz reflexión y rectificó. Esta obra nunca se publicó, la editorial se la devolvió al cabo de unos 20 años.´´
En esta ocasión no tuve la oportunidad de conocer al premiado Nobel José Saramago, el Sr. Muñoz excusó su ausencia por motivos personales. De manera que, acordamos una nueva cita para la próxima vez que me desplazara a la isla. Dejé allí los dos ejemplares que llevaba y a la semana siguiente fueron reenviados a mi domicilio. En la primera página resaltaba una dedicatoria y la firma del escritor.
Una cita ha quedado suspensa en el tiempo y unas palabras escritas de su puño y letra permanecerán custodiadas como un tesoro.