Los rayos solares deshidratan el cabello mostrando un pelo seco y áspero

Los rayos solares, específicamente los Ultra Violetas, penetran en las cutículas y debilitan los folículos pilosos, provocando una deshidratación del cabello que modifica su propia estructura. La falta de agua daña la capa hidrolipídica, cuarteando la melena y mostrando un cabello áspero y seco.

Medical Hair, clínica especializada en salud capilar, señala que el cabello necesita entre el 15 y el 17% de agua para mantenerse hidratado siendo diferente la forma en la que incide el sol dependiendo del tipo de cabello. Aquellos que son rizados suelen tener mayor grosor y, por eso, la deshidratación se produce en un periodo de tiempo más amplio que en un pelo liso, que suele ser más fino y se ve alterado rápidamente.

Hay que tener en cuenta que la exposición al sol también es diferente si estamos en la playa o en la ciudad. El mar contiene salitre que son pequeños cristales que hacen efecto lupa atrayendo los rayos solares. El viento, por su parte, al tratarse de aire caliente que arrastra diferentes partículas, produce mayor sequedad. Y los minerales marinos que contiene la arena producen oxidación y una destrucción progresiva del cabello.

Para prevenir los efectos de los rayos UV en la salud capilar lo más efectivo es cubrir la cabeza puesto que es la mejor barrera existente. Además, los cabellos coloreados o tratados deben prepararse antes de exponerse al sol con protección solar alta para evitar que se modifique su color o su forma.

El director médico de Medical Hair España, Horacio Foglia, recomienda aplicarse algún aceite solar una vez a la semana y dejarlo actuar toda la noche de forma que “fortalecerá el pelo y lo hará más resistente a la exposición solar del día siguiente”.

Tras los meses de verano, lo importante es recuperar el agua perdida aplicando productos adecuados para devolver al cabello su elasticidad y humedad natural. El Doctor Foglia aconseja utilizar champús sin parabenos ni sulfatos y lavar el cabello con agua templada, al igual que reducir el uso del secador y las planchas. En cuanto a la alimentación, “conviene llevar una dieta equilibrada rica en proteínas con alto valor biológico a base de frutas, verduras y legumbres”.

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