El viernes por la tarde el todavía presidente del club compareció ante los medios de comunicación y anunció su dimisión, aunque aseguró que se va con la cabeza muy alta y sin ser ningún cobarde: «Como dije en mi última comparecencia ni yo soy un cobarde ni tengo nada que ocultar. Quiero volver a reiterar y repetir mi juramento solemne sobre la falsedad de lo que hayan podido leer o escuchar en diferentes medios sobre mi participación o conocimiento de lo sucedido en la última Asamblea».
Declaró que tiene la esperanza de que su cese ayude a calmar los ánimos de la afición y, en general, en torno al club, y también que se va con las manos limpias, la conciencia tranquila y muchos menos dinero y salud que cuando empezó su mandato.
Para finalizar su discurso dirigió unas palabras emocionadas a su familia, y en especial a su mujer y al apoyo que esta le ha brindado en todo este tiempo: «Ha sido capaz de sufrir y aceptar en silencio, con abnegación y cariño todos los sinsabores derivados de este cargo. Y a mis hijos, Leticia, Jaime y Mariana, que no solamente han sufrido por lo que le ha ocurrido a su padre, sino porque se han visto agredidos y calumniados. Se han utilizado impunemente sus datos personales y fotografías sin escrúpulos».
Acto seguido presentó al que ha designado como su sucesor en el cargo hasta las próximas elecciones: Vicente Boluda. El relevo se hizo con un abrazo y con unas palabras agradecidas del nuevo presidente que declaró asumir el cargo como «un ejercicio de responsabilidad y obligación» que no podía rechazar. Las nuevas elecciones se celebrarán este verano.
Vía: El País