Decir la hora en la Luna es una tarea más compleja de lo que comúnmente se podría pensar, un desafío que se vuelve cada vez más relevante debido al creciente interés en la exploración lunar. En este contexto, la ONU se ha propuesto garantizar que las actividades en la Luna se gestionen de manera coordinada y pacífica, por lo que acordar un huso horario se ha convertido en un tema central en las discusiones internacionales.
La idea de aplicar un huso horario terrestre, como el Tiempo Universal Coordinado (UTC), podría parecer una solución lógica. Sin embargo, esta opción presenta múltiples complicaciones. En nuestro planeta, la hora se calcula siguiendo la longitud y la rotación de la Tierra en 24 husos horarios, facilitando así la correlación con la posición del Sol. No obstante, en la Luna, las reglas cambian drásticamente: un día lunar dura alrededor de 29,5 días terrestres, lo que significa que ciertas regiones pueden estar expuestas a luz solar continua durante hasta 14 días. Además, en las cimas de montañas conocidas como “picos de luz eterna”, el Sol nunca se oculta.
La diferencia entre el tiempo lunar y el terrestre también es significativa. Dos relojes perfectamente sincronizados, uno ubicado en la Tierra y el otro en la Luna, presentarían una discrepancia de aproximadamente 56 microsegundos después de un solo día terrestre, una variación aparentemente mínima que podría ser crítica para la navegación espacial.
Para establecer un huso horario lunar funcional, es esencial que los futuros actores involucrados en la exploración lunar lleguen a un consenso sobre un sistema horario común que sea fiable y utilizable por todos. La Oficina de Asuntos del Espacio Ultraterrestre de las Naciones Unidas (UNOOSA) está liderando este esfuerzo, y en 2024, el Comité Internacional sobre los Sistemas Mundiales de Navegación por Satélite (ICG) creará un grupo de trabajo enfocado en estandarizar el cronometraje lunar.
Esta iniciativa se enmarca dentro de una misión más amplia de la ONU para asegurar que las actividades en la Luna, sean científicas, públicas o comerciales, se desarrollen de forma segura, pacífica y sostenible. En junio de 2024, la Oficina de Asuntos del Espacio convocará la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Actividades Lunares Sostenibles, donde se llevarán a cabo discusiones clave entre representantes de agencias espaciales, expertos y académicos sobre la necesidad de gobernanza clara y colaborativa.
El nuevo Equipo de Acción para la Consulta sobre Actividades Lunares (ATLAC) también será fundamental en este proceso, promoviendo el diálogo internacional y formulando recomendaciones sobre cómo coordinar la exploración y las actividades en la Luna. Con esto, la humanidad se embarca en una nueva era de exploración lunar, donde la cooperación entre diversas naciones y organizaciones podría transformar nuestra relación con el satélite que nos acompaña. A medida que los Estados miembros colaboren con la UNOOSA, se esforzarán por preservar la Luna como un espacio de cooperación global, adheridos al principio del Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre de que las actividades en el espacio deben llevarse a cabo en beneficio de todos los países.
Fuente: ONU últimas noticias