La tecnología multisensorial ha llegado a las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) gracias a la iniciativa pionera de Qinera, una empresa catalana líder en soluciones de tecnología inclusiva. Este desarrollo marca un hito en la atención a pacientes críticos, transformando el entorno tradicionalmente estéril y desconectado de las UCI en un espacio que promueve el bienestar físico, emocional y cognitivo. Este innovador sistema, implementado ya en el Hospital Universitario de Bellvitge, es una apuesta por mejorar la experiencia hospitalaria para los aproximadamente 1.400 pacientes que pasan anualmente por sus instalaciones de cuidados intensivos.
La nueva tecnología multisensorial permite personalizar los entornos de cada paciente a través de luces, sonidos, proyecciones y vibraciones, creando experiencias inmersivas únicas como un bosque o el océano. El doctor Francesc Esteve, jefe de la Sección de Medicina Intensiva del hospital, resalta la importancia de este tipo de estimulación para prevenir el delirio y modular los estímulos dolorosos en los pacientes, favoreciendo así la regulación del ritmo circadiano.
La iniciativa, única en el mundo, integra un software avanzado que coordina todos los dispositivos de la sala, desde sistemas de iluminación LED hasta elementos de estimulación vibroacústica. Este control centralizado permite adaptar el ambiente a las necesidades de los pacientes, beneficiando su recuperación física y emocional.
Uno de los grandes objetivos de este sistema es contribuir a la humanización del entorno hospitalario, haciendo más llevadera la estancia tanto para pacientes como para sus familias. Según Rafael Justel, adjunto a la dirección de enfermería del hospital, la apuesta es por una UCI más abierta y amable, donde se cuidan no solo las funciones vitales, sino también la parte emocional y social del paciente.
Además de su implementación en hospitales, Qinera está liderando a nivel mundial la creación de espacios multisensoriales en centros de día, escuelas, bibliotecas y otros entornos, beneficiándose de estos avances personas con discapacidad, mayores y niños. Hasta la fecha, la empresa ha distribuido su tecnología en más de 35 países, con el objetivo de ampliar el acceso a los beneficios de la estimulación sensorial a un público más amplio.
Estas salas, equipadas con tecnología SHX, ofrecen una experiencia completamente envolvente, donde los estímulos visuales, auditivos y táctiles se sincronizan para proporcionar un ambiente terapéutico único. Estas innovaciones permiten intervenciones dinámicas y adaptativas, enriqueciendo tanto el aspecto terapéutico como el educativo de estos espacios.
Con este enfoque innovador, Qinera está revolucionando la atención en las UCI y otros espacios terapéuticos, demostrando que la tecnología multisensorial puede ser una herramienta poderosa para mejorar la calidad de vida de las personas en todo el mundo.
