Del 9 al 13 de junio, Niza se convertirá en el epicentro de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, un evento de vital importancia copresidido por Francia y Costa Rica. Esta cumbre tiene como objetivo abordar una creciente crisis oceánica que, según científicos, se encuentra cerca de alcanzar un punto de no retorno. Li Junhua, alto funcionario de la ONU, enfatiza que el océano enfrenta una crisis sin precedentes provocada por el cambio climático, la contaminación por plásticos, la pérdida de ecosistemas y la sobreexplotación de recursos marinos.
La conferencia reunirá a líderes mundiales, científicos y activistas en un esfuerzo por generar un impulso significativo para combatir la degradación marina. Se espera que las discusiones culminen en la adopción de una declaración política y en la presentación del Plan de Acción de Niza sobre los Océanos, que tiene como objetivo acelerar las medidas de conservación y uso sostenible de los océanos. Las alarmantes estadísticas sobre el calentamiento de los mares y la crisis de los arrecifes de coral resaltan la urgencia de esta cumbre.
En abril, la temperatura de la superficie del mar alcanzó niveles históricos, mientras que los arrecifes de coral sufren su mayor decoloración, afectando gravemente la biodiversidad marina. Li advierte que la crisis en los océanos no es una amenaza futura, sino una realidad que ya está causando estragos. La situación actual de los ecosistemas marinos es alarmante, con más del 90% del exceso de calor producido por las emisiones de gases de efecto invernadero siendo absorbido por el océano.
A pesar de algunos avances en políticas, como la eliminación gradual de subvenciones perjudiciales para la sobrepesca y el reciente Tratado de Alta Mar, se reconoce que estos esfuerzos son insuficientes. Li subraya que es crucial que la comunidad internacional movilice los recursos necesarios para abordar la crisis. La financiación de las iniciativas oceánicas es deficiente, representando solo una pequeña fracción de lo necesario para proteger y restaurar los ecosistemas marinos.
El Plan de Acción de Niza buscará acelerar acciones concretas, como combatir la pesca ilegal y reducir la contaminación por plásticos. Las cifras son alarmantes: cada año, 12 millones de toneladas de plástico contaminan los océanos y más del 60% de los ecosistemas marinos se encuentran degradados. Con un enfoque especial en las comunidades costeras y grupos históricamente marginados, la cumbre pretende ser inclusiva y empoderar a quienes más sufren el impacto del cambio climático.
La ubicación de la conferencia en el Mediterráneo, una región que se calienta más rápido que el promedio global, refuerza la importancia del evento. A medida que los delegados se preparan para debatir en Niza, la presión es palpable. El éxito de la conferencia dependerá de la voluntad de los países, las empresas y las comunidades para comprometerse a tomar medidas serias que marquen una diferencia real en la salud de los océanos.
Fuente: ONU últimas noticias
