Producción y Exportación de Vinos Espumosos Cae un 8% en 2023

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Four hands in a circle holding four glasses of sparkling wine

En 2023, la Unión Europea produjo 1.496.000 millones de litros de vino espumoso de uvas frescas, lo que representa una disminución del 8% en comparación con los 1.624.000 millones de litros del año anterior. Esta notable reducción plantea interrogantes sobre las dinámicas del mercado del vino espumoso en la región.

Los países líderes en producción durante este periodo fueron Italia, Francia y Alemania. Italia se posicionó a la cabeza con 638 millones de litros, seguida de Francia con 312 millones, de los cuales 224 millones corresponden a champagne y 88 millones a otros tipos de vino espumoso. Alemania ocupó el tercer lugar con 263 millones de litros, seguida por España con 206 millones y Portugal con 25 millones.

A pesar de la disminución en la producción, la exportación de vino espumoso de la Unión Europea se mantuvo activa, alcanzando los 600 millones de litros en 2023. Sin embargo, esto significó una disminución del 8% en comparación con los 649 millones de litros exportados en 2022. Aun así, estos niveles de exportación son superiores a los de años anteriores, como los 498 millones de litros en 2018 y los 528 millones en 2019.

En cuanto a las categorías de vino espumoso exportado, el prosecco ocupó el primer lugar, representando el 44% del total exportado, es decir, 266 millones de litros. Otras categorías destacadas incluyeron el vino espumoso de uvas frescas (17%), el champagne (15%), y el cava (10%). Además, un 6% correspondió a otros vinos espumosos de uvas frescas con denominación de origen protegida.

Por otro lado, en 2023, los países de la UE importaron tan solo 5 millones de litros de vino espumoso de países no pertenecientes a la Unión, lo que equivale a menos del 1% de la cantidad exportada. Esta cifra pone de manifiesto la predominancia del vino espumoso europeo en el mercado internacional, a pesar de las fluctuaciones en la producción y exportación.

La tendencia en la producción y exportación de vino espumoso en la UE es un claro reflejo de las adaptaciones del sector vitivinícola ante la demanda cambiante y la competitividad global. La industria se enfrenta a constantes desafíos, pero también muestra una capacidad notable para adaptarse y evolucionar en un entorno en constante cambio.