En un entorno empresarial cada vez más regulado, la prevención jurídica se ha convertido en una estrategia esencial para sectores clave como la minería, el agua, la energía y el medio ambiente. Las complejidades del marco normativo actual, que abarca regulaciones estatales, autonómicas, municipales y europeas, exigen que las empresas adopten un enfoque proactivo en la gestión del riesgo jurídico para evitar sanciones potencialmente devastadoras.
A pesar de lo evidente que puede parecer esta necesidad, muchos proyectos aún se paralizan o sufren pérdidas significativas de rentabilidad por la falta de asesoramiento especializado en derecho administrativo sancionador y cumplimiento normativo sectorial. Las consecuencias de tales incumplimientos, que a menudo no son intencionados, pueden ser catastróficas. Las sanciones económicas en minería y derechos de aguas pueden ascender a más de un millón de euros, mientras que las infracciones medioambientales pueden llegar a costar hasta 2,4 millones de euros en los casos más graves. La sanción promedio en estos sectores ronda los 300.000 euros.
Además de las multas, los incumplimientos pueden llevar a la paralización o cierre de actividades, lo que impide a las empresas reorganizar operaciones e incluso hacer valer sus derechos en litigios. Asimismo, retrasos operativos críticos, como un simple trámite presentado fuera de plazo, podrían costar más de 100.000 euros.
Los expertos resaltan que la mayoría de las sanciones que se imponen en estos sectores habrían podido evitarse con un adecuado acompañamiento preventivo. En minería, por ejemplo, la falta de ejecución o actualización de planes de restauración, así como los vertidos no autorizados, son infracciones comunes que conllevan sanciones importantes. En el ámbito energético, modificaciones no notificadas en plantas fotovoltaicas pueden resultar en multas sustanciales. En el sector de aguas, operar sin la concesión adecuada puede desencadenar cierres inmediatos y sanciones severas.
Frente a este panorama, muchas empresas están adoptando sistemas de asesoramiento continuo, como la figura de la iguala jurídica, que permite anticipar riesgos normativos antes de que se conviertan en sanciones. Este enfoque se caracteriza por un conocimiento profundo del negocio, la detección temprana de riesgos, un acompañamiento constante y un ahorro significativo, ya que evitar una sola sanción puede justificar años de asesoramiento preventivo.
LHM Legal, un despacho especializado en derecho sancionador y gestión jurídica de sectores regulados, ha emergido como una referencia en este tipo de asesoramiento. Dirigido por Leticia Hernández Méndez, el enfoque de LHM Legal se distingue por la «abogacía de terreno», donde los abogados comprenden la realidad operativa de sus clientes, no solo el expediente administrativo. Esta cercanía permite detectar riesgos que podrían pasar desapercibidos de otra manera y ofrece estrategias más efectivas.
Leticia Hernández destaca que la prevención jurídica no es solo cuestión de conocer la ley, sino de entender los procesos y decisiones diarias del empresario. En conclusión, la prevención jurídica se presenta como una inversión prudente y esencial para aquellas empresas que desean operar sin sobresaltos en un entorno regulado, convirtiéndose en una herramienta que respalda la continuidad del negocio y protege las inversiones a largo plazo.





