Como siempre, la gala de los Oscars empieza varias horas antes con el desfile de estrellas en la alfombra roja, momento en el que las chicas deslumbran incluso a los flashes de los fotógrafos con sus vestidos caros y una sonrisa de oreja a oreja. Os dejo con algunas de las bellezas más destacadas de esta pasada madrugada en los Oscars 2011.
Empezamos con la flamante debutante en esto del cine y de los Oscars, Hailee Stenfield, que con su vestidito y su pelo recogido bien se podía haber llevado el Oscar a la muñeca de la noche. Una auténtica delicia de niña.
Protagonista ayer y no por ser actriz, si no por ser la amfitriona y presentadora principal de la gala, ya que James Franco estaba ocupado con el Twitter. Anne Hathaway abre el club de los vestidos rojos porque así se presentó en la alfombra roja, pero luego se cambió hasta 6 o 7 veces de vestido.
Aquí está Sandra Bullock, ganadora de un Oscar y un Razzie el año pasado y que este año estaba en la gala para entregar el premio al mejor actor a Colin Firth. No sé a vosotros, pero a mí esta mujer me cae bien. No me parece buena actriz, pero me cae simpática. Aprovecho para decirlo aquí en la crónica social porque no se quién puñetas ha diseñado este vestido.
El Oscar al pivón de la noche a mi nublado juicio es a la espectacular Jennifer Lawrence, protagonista de Winter’s Bone y que pronto veremos en X-Men: Primera Generación. Rubia de rojo es un tópico con patas, pero leche, funciona.
Mila Kunis se presentó con un vestido to’ raro pero que me gusta bastante, quizá porque ella también es de buen ver. Aprovecho por decir que una nominación para ella hubiera sido muy justa, porque su papel en Cisne Negro es muy meritorio a pesar de que Natalie Portman se coma la película.
Mi favorita, Amy Adams. Tremenda actriz, tremenda belleza y tremenda elegancia, aunque el reloj este que lleva canta un poquitín.
Una de las estrellas de la noche y sin duda la que brilló con más fuerza. Guapísima, embarazada y vencedora ámpliamente ovacionada por su papel antológico en Cisne Negro. Radiante Natalie Portman.
Pausa para coger aire de tantas bellezas y ver a Helena Bonham Carter, fantástica en El Discurso del Rey y estrafalaria en la vida real, en esta ocasión con un look «hija de Zapatero».
Volvamos a la senda de la genética agradecida con Scarlett Johansson, que apareció vestida divina de la muerte, con este escotazo en la espalda, pero a medio peinar y con un pelín de exceso de rímel.
Halle Berry estupenda como siempre, parece que se haya escapado de su propia boda para llegar a la ceremonia de los Oscars, aunque ella no haya estado nominada este año en el que, curiosamente, no ha habido nominados afroamericanos.
Hilary Swank hace su particular homenaje a Natalie Portman con este vestido que podríamos llamar como «el cisne gris».
Otra de las que no falla nunca en su cita con el glamour es Gwyneth Paltrow, guapísima como siempre. Esperamos verla trabajar de nuevo pronto en algo que no se otra secuela de Iron Man.
Parecía que nunca llegaría este día, pero sí, Sharon Stone oficialmente ha envejecido. Y no sólo esto, además parece que se ha convertido en una súper villana acojonante.
Cate Blanchett destacó ayer por el original diseño de su vestido y por ser la segunda muñeca de la noche, por detrás de Hailee Stenfield. No me gusta especialmente el look este, pero si lo lleva ella me parece bien.
Y finalmente la pareja española del momento, los flamantes padres Javier Bardem y Penélope Cruz. Me parece genial el vestido de ella, ahí mostrando las carnes que todavía arrastra del embarazo con mucha clase y naturalidad.