Petaca Chico y Prodesco han inaugurado en Madrid la esperada temporada de pesca del atún rojo de almadraba con un espectacular ronqueo en directo, celebrado en las instalaciones centrales del grupo. Este acto, que simboliza el comienzo de la nueva temporada, marca también el arranque de una serie de actividades que durante los meses de abril y mayo pondrán en valor la excelencia del mejor atún rojo salvaje a través de experiencias para clientes, chefs y amantes de la gastronomía.
El ronqueo, arte tradicional gaditano que consiste en el despiece manual del atún, fue protagonizado por maestros ronqueadores de Petaca Chico en las instalaciones de Grupo Prodesco. Los expertos ofrecieron a los asistentes una demostración magistral, explicando cada uno de los cortes que hacen del atún rojo un producto incomparable en el mundo gastronómico. La actividad contó con la participación de los chefs asesores gastronómicos de Prodesco, quienes acompañaron a los ronqueadores en esta experiencia única.
Tras este primer encuentro, Madrid acogerá del 1 al 31 de mayo la I Ruta Madrileña del Atún Rojo de Almadraba, una iniciativa impulsada por Petaca Chico y Prodesco. En esta ruta, 12 restaurantes seleccionados ofrecerán platos exclusivos elaborados con el auténtico atún rojo salvaje. El objetivo de esta iniciativa es acercar a los madrileños y visitantes la calidad, la sostenibilidad y el sabor único de un producto excepcional, directamente desde las almadrabas de Cádiz a las mejores cocinas de la capital.
Con estas acciones, Prodesco y Petaca Chico refuerzan su compromiso con la divulgación de la cultura del atún rojo, apoyando el conocimiento de su origen, técnicas de pesca sostenibles y el respeto por un patrimonio culinario milenario. La celebración de la temporada de almadraba llega a Madrid para quedarse, ofreciendo a los comensales una experiencia auténtica que conecta tradición, calidad y creatividad.
Esta es solo la primera de varias acciones con las que Petaca Chico y Prodesco buscan consolidar esta iniciativa como una cita imprescindible en el calendario gastronómico de Madrid. Cuando el producto es auténtico, el compromiso es real y la pasión se comparte, el resultado solo puede ser extraordinario.