El uso de alarmas conectadas a una Central Receptora de Alarmas (CRA) ha alcanzado un 45,2% entre los pequeños negocios, consolidándose como la solución más elegida para protegerse de los robos. Este fenómeno se produce en un contexto alarmante, donde los pequeños establecimientos sufren cuatro veces más robos que los hogares, especialmente en la época navideña, periodo que coincide con un aumento significativo de la afluencia de clientes y, por ende, de las recaudaciones.
La preocupación por la seguridad en el ámbito comercial ha llevado a casi el 92% de los propietarios de bares, restaurantes y tiendas a implementar medidas de protección. A pesar de estas acciones, el informe de Securitas Direct indica que el riesgo de intrusión es mayor los domingos por la noche, aunque las intrusiones suelen ocurrir en su mayoría de madrugada, entre la 1 y las 6 de la mañana, lo que refleja una planificación estratégica por parte de los delincuentes.
Se han reportado diversas técnicas de robo, siendo las más comunes los asaltos escaparatistas, donde se rompen los cristales para sustraer mercancía de los escaparates, y el uso de butrones, que implica la creación de un acceso forzado mediante boquetes en paredes o puertas. Otros métodos incluyen el «sacacorchos», que permite abrir cerraduras de forma no convencional, y el alunizaje, frecuentemente aplicado en joyerías y tiendas de electrónica mediante la embestida de un vehículo.
A pesar de la creciente utilización de alarmas conectadas, que ha aumentado en 7,8 puntos porcentuales respecto al año anterior, la inquietud persiste. Con un 93% de los propietarios buscando estas soluciones para proteger su negocio, la tendencia indica un cambio en la mentalidad hacia la seguridad.
Los sistemas de protección como las rejas en puertas y ventanas, así como las innovadoras soluciones como los sistemas de expulsión de humo han visto un creciente interés, aunque las alarmas siguen dominando el panorama. Por primera vez en dos años, las intrusiones han mostrado un leve descenso, con 13.497 casos registrados en 2024, lo que representa una reducción del 2% con respecto al año anterior.
Sin embargo, la sensación de vulnerabilidad no cesa. Un 82,2% de los propietarios reconocen estar preocupados por la seguridad de sus negocios, con la percepción de que el riesgo ha aumentado en comparación con años anteriores. Esta situación refleja una realidad compleja, donde la prevención y la respuesta a las amenazas son más críticas que nunca.





