La cuarta entrega de las aventuras del desmemoriado Jason Bourne peligra. O más que peligrar, podríamos decir que el proyecto está en coma y medio muerto.
Paul Greengrass ha abandonado el proyecto porque se ha cabreado con la Universal, quiénes han decidieron cambiar el guionista de la película (contratando a Josh Zetumer) porque el guión que presentó George Nolfi no le gustó a nadie. Ni siquiera a Greengrass, pero evidentemente le ha jodido que no se haya contado con él antes de tomar tal decisión.
Total, que se ha plantado y sin él no hay película, porque es el responsable de que las entregas de Bourne hayan sido la rehostia que han sido y nadie se acuerda que fue Doug Liman quien abrió la lata con el caso Bourne.
Además, parece ser que para Matt Damon lo que diga Paul va a misa, así que si pensaban en cambiar de director que se frenen, porque para el actor sí que no hay sustituto. Recordamos que a Damon i Greengrass les une una gran amistad, y que además han rodado juntos recientemente The Green Zone.
En definitiva, que para lástima de todos el proyecto está muy pero que muy descarrilado. Personalmente espero que haya marcha atrás y la cosa finalmente a buen puerto, porque quiero ver más pelis de Bourne y quiero que sea con Matt Damon y Paul Greengrass. Estamos a la expectativa.