El marchador quería conseguir un gran registro para dar un poco más de miedo a sus rivales de Olimpiadas, y por eso mismo se puso hacer un «entrenamiento» en vez de una carrera, porque se puso en cabeza y no paraba sin darse cuenta que iba solo, pero a él eso le daba lo mismo ya que buscaba el objetivo de conseguir un gran tiempo.
La marca mundial que dejó Paquillo fue de 37:53.09, rebajando en unos cinco segundos la anterior, que estaba en poder del marchista italiano Ivano Brugnetti que la consiguió en los Juegos de Atenas del 2004.
Así que Paquillo demostró que la concentración realizada en altura en Francia ha sido muy buena, y es que llegó a doblar en varias ocasiones a sus rivales.