Oro Verde en las Profundidades: El Potencial de las Algas para Salvar el Planeta

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Oro verde bajo las olas: Cómo las algas podrían salvar el mundo

Lesconil, un pintoresco puerto pesquero en la costa de Bretaña, Francia, despierta al suave amanecer del Atlántico. Vincent Doumeizel, un apasionado defensor de las algas marinas, está allí, sumergido en un mar de algas, levantando con entusiasmo una hebra de Saccharina latissima. Para él, las algas son mucho más que un recurso marino: las considera una solución clave para varios de los desafíos más acuciantes del planeta, desde el hambre hasta el cambio climático.

Como asesor principal del Pacto Mundial de la ONU, Doumeizel ha promovido las algas como un “superalimento” y una “supersolución”. Coautor del Manifiesto de las Algas Marinas en 2020, Doumeizel afirma que estas plantas pueden abordar crisis climáticas, medioambientales, alimentarias y sociales. "Las algas son el mayor recurso sin explotar del mundo", ha escrito en sus publicaciones.

La fascinación de Doumeizel por las algas se despertó tras observar la dieta rica en algas de los habitantes de Okinawa, Japón, quienes gozan de una notable longevidad. Estas verduras marinas, ricas en nutrientes esenciales, ofrecen una fuente de nutrición subestimada, a pesar de que el oceáno cubre más del 70% de la Tierra. Doumeizel destaca que su cultivo no compite con la agricultura tradicional, ya que no requiere tierras, agua dulce ni fertilizantes, lo que las convierte en una alternativa prometedora en la lucha contra el cambio climático.

Sin embargo, a pesar del crecimiento explosivo de la industria en los últimos años, que ha alcanzado hasta 39 millones de toneladas anuales, la producción de algas enfrenta desafíos significativos. La regulación es escasa y las normas internacionales para el cultivo y comercialización de algas son casi inexistentes. Doumeizel señala que la mayor parte de la producción actual proviene de Asia, donde el alga nori, utilizada en sushi, se ha convertido en un negocio lucrativo.

Además de su potencial en la alimentación y sostenibilidad, las algas también están rompiendo barreras de género en la industria pesquera, con un 40% de las nuevas empresas de algas dirigidas por mujeres. En Tanzania, por ejemplo, el comercio de algas ha transformado la vida de muchas mujeres, permitiéndoles obtener ingresos y contribuir al bienestar de sus comunidades.

Desafortunadamente, el cambio climático también ha tenido un impacto devastador en las extensiones de algas, con más del 80% de los hábitats de algas desapareciendo en ciertas regiones. Doumeizel aboga por la conservación de estas plantas, comparando su importancia con la de los bosques tropicales. Recientemente, ha propuesto la formación de un Grupo de Trabajo de la ONU para regular y consolidar las iniciativas relacionadas con las algas marinas, buscando dar a esta industria el soporte institucional que necesita.

A medida que el interés por este recurso natural crece, Doumeizel continúa compartiendo su visión de un futuro en el que el cultivo de algas no solo alimenta a las personas, sino que también sana el planeta. Su enfoque resalta la necesidad de actuar con responsabilidad y sostenibilidad, invitando a un cambio en la manera en que percibimos y utilizamos los océanos.

Fuente: ONU últimas noticias