La Corte Penal Internacional ha emitido órdenes de arresto contra el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y su exministro de Defensa, Yoav Gallant, por crímenes de guerra y lesa humanidad que se han cometido desde el 8 de octubre del año pasado. Los jueces han determinado que ambos son “responsables penalmente como coautores de los crímenes de guerra de uso del hambre como método de guerra y de los crímenes de lesa humanidad de asesinato, persecución y otros actos inhumanos”.
La Corte también ha señalado que Netanyahu y Gallant son considerados «superiores civiles» por su papel en dirigir ataques intencionados contra la población civil en la Franja de Gaza. El fallo destaca que ambos han privando deliberadamente a los habitantes de Gaza de bienes esenciales para su supervivencia, lo que ha resultado en la muerte de civiles, incluidos niños, a causa de la desnutrición y deshidratación.
En otro ámbito del conflicto, un reciente bombardeo israelí en el norte de Gaza ha dejado al menos 66 muertos y más de un centenar de heridos. Los ataques, dirigidos a edificios residenciales cerca del hospital Kamal Adwan en Beit Lahia, han provocado numerosas víctimas, muchas de ellas mujeres y niños, que permanecen atrapadas bajo los escombros debido a la imposibilidad de los equipos de rescate de acceder a la zona. La Oficina de Coordinación de la Ayuda Humanitaria ha advertido que el 80% de Gaza se ha convertido en áreas de alto riesgo, donde la población se ve obligada a huir, y que la entrega de suministros básicos está severamente comprometida.
La situación se agrava por la prohibición de importaciones comerciales impuesta por las autoridades israelíes desde hace más de seis semanas, lo que agrava la crisis humanitaria y la escasez de recursos. Mientras tanto, en el ámbito internacional, el Secretario General de la ONU, António Guterres, ha hecho un llamado a los países participantes en la COP29 para que encuentran un terreno común en las negociaciones climáticas, subrayando que «fracasar no es una opción», especialmente ante los peligros que se avecinan debido a la inacción sobre el clima.
Finalmente, expertos de la ONU han expresado su preocupación por una ejecución programada en Alabama, Estados Unidos, que se llevaría a cabo mediante asfixia con gas nitrógeno, un método considerado potencialmente torturador. La ejecución de Carey Grayson, condenada por asesinato en 1994, ha suscitado un llamado urgente para prohibir esta práctica, tras un reciente caso en que el uso de nitrógeno resultó en un sufrimiento prolongado para el condenado.
Fuente: ONU últimas noticias
