Varios civiles han perdido la vida y muchos otros han resultado heridos, incluidos niños, en un reciente ataque a gran escala perpetrado por Rusia contra la capital de Ucrania y la región de Kyiv. El ataque, que se produjo el pasado viernes, ha suscitado la condena del Coordinador Humanitario de la ONU para Ucrania, Matthias Schmale, quien criticó la ola de bombardeos con drones y misiles que han causado daños significativos a viviendas, instalaciones médicas y sistemas de calefacción en la ciudad.
“Condeno el patrón continuo de enorme daño civil causado por estos ataques, que están destruyendo infraestructura esencial justo cuando llega el invierno”, expresó Schmale en una declaración a través de redes sociales. En consonancia con esta preocupación, el Secretario General de la ONU, António Guterres, también condenó los ataques, recalcando que representan una violación del derecho internacional humanitario. Guterres advirtió sobre la necesidad urgente de un alto el fuego total como primer paso hacia una paz duradera que respete la soberanía e integridad territorial de Ucrania.
Investigadores de la ONU han señalado que Ucrania enfrenta una intensificación de los ataques dirigidos a su infraestructura energética. En el mes de octubre, se registraron cortes de energía de emergencia en varias regiones del país, resultado de los ataques continuos de Rusia y los renovados ataques a gran escala contra esta infraestructura crítica.
En Kyiv, al menos seis personas han muerto en los ataques, siendo dos de ellas niños, uno de siete y otro de diez años, según los informes de medios locales. UNICEF, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, ha alertado sobre la difícil situación que enfrentan los niños en Ucrania, describiendo las noches aterradoras y frías que deben soportar debido a los continuos bombardeos que afectan sus hogares y sistemas de calefacción.
La agencia de la ONU ha compartido la angustiosa experiencia de un niño llamado Viacheslav, quien relató su miedo durante un ataque que dañó su casa y causó la muerte de sus vecinos. A pesar de la devastación, la ONU y sus socios han logrado asistir a 8,4 millones de personas el año pasado, pero la situación sigue siendo crítica. Actualmente, más de 14.500 personas han perdido la vida y casi 38.500 han resultado heridas desde el inicio del conflicto, mientras que cerca de 13 millones de ucranianos requieren asistencia humanitaria. La seguridad de los niños y la protección de sus derechos se han vuelto una prioridad urgente ante la prolongada crisis humanitaria desencadenada por la invasión.
Fuente: ONU últimas noticias





