Nadal se verá las caras contra Novak Djokovic en la final de Montecarlo, una final donde el español parte con favorito ante uno de los rivales que más veces va a ver esta temporada, aunque el manacorí parte con ventaja cuando la pista es la arcilla, y eso lo demostró ayer ante el escocés Andy Murray, que llevaba con muchas ilusiones para conseguir otra victoria, pero se dio cuenta que tiene que mejorar mucho sobre esta superficie.
El partido se pudo acabar mucho antes, pero Nadal no supo machacar el marcador, y de un 5-2, se encontró en el tie-break, menos mal que ahí sacó su casta y consiguió la victoria, así que lo que podía haber sido un doble 6-2, se encontró con un 6-2 y 7-6, y todo porque Murray tiró de genio y comenzó a arriesgar más, aunque llegó demasiada tarde la reacción.
Wawrinka le puso las coas muy complicadas a Djokovic, que vio como el suizo, el alumno aventaja de Federer se ponía por delante en el primer set, después el serbio tuvo que remontar y conseguir la victoria por 4-6, 6-1 y 6-3.