Cuatro personas perdieron la vida el domingo tras el ataque aéreo de las fuerzas israelíes sobre una escuela de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) que había sido transformada en refugio. El suceso tuvo lugar en el campo de refugiados de Nuseirat, en Gaza, donde, además, se reportan numerosos heridos.
Desde el inicio del conflicto, más de 800 personas han muerto y cerca de 2,600 han resultado heridas en diferentes incidentes que han afectado a cerca de 300 instalaciones de la UNRWA. Philippe Lazzarini, responsable de la Agencia, instó a respetar el frágil alto el fuego en la región y aprovechó la ocasión para reclamar investigaciones independientes sobre las violaciones del derecho internacional humanitario.
En el terreno, equipos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) están visitando centros de salud y hospitales con el fin de fortalecer la respuesta sanitaria. Claire O’Reilly, especialista en rehabilitación de la OMS, indicó que «tenemos casi 170,000 personas con lesiones debido a esta guerra, y la necesidad de fisioterapia, terapia ocupacional y logopedia es enorme».
Mahmoud Al-Nakhaleh, quien se encuentra actualmente en el hospital Al-Ahli de la ciudad de Gaza, compartió su desgarradora experiencia: «Mi esposa, mi madre y mis dos hijas murieron, y mi hija Dana resultó gravemente herida. Actualmente estamos en el hospital; no hay tratamientos ni suministros médicos. Incluso hay moscas y mosquitos por todas partes. No hay mantas ni suministros médicos. Estamos sufriendo mucho».
Estas trágicas circunstancias reflejan la creciente crisis humanitaria en Gaza, intensificada por un conflicto que ya dura semanas y que ha dejado una estela de destrucción y desesperación entre la población civil.
Fuente: ONU últimas noticias
