En un contexto global marcado por la incertidumbre económica, los conflictos y una creciente desigualdad, los flujos financieros que los migrantes envían a sus hogares se han mantenido sorprendentemente estables. Este fenómeno es celebrado cada 16 de junio durante el Día Internacional de las Remesas Familiares, donde la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) pone de relieve la importancia de estos envíos en el apoyo a las familias y el impulso del desarrollo en todo el mundo.
Amy Pope, directora general de la OIM, afirma que el envío de dinero por parte de los migrantes va más allá de la simple ayuda económica: «Están construyendo comunidades más fuertes, impulsando las economías locales y ayudando a regiones enteras a recuperarse y crecer». Se estima que solo en 2024, los migrantes enviaron cerca de 700.000 millones de dólares a países de renta baja y media, superando así la ayuda oficial al desarrollo y la inversión extranjera directa, colocándolas como una de las fuentes más fiables de financiación exterior.
Estos envíos no solo alfabetizan la economía de los hogares, sino que también actúan como una herramienta clave para el desarrollo, beneficiando tanto a los países de origen como a los de destino. Según Pope, las remesas son fundamentales para cubrir necesidades esenciales como alimentación, vivienda, educación y salud. También juegan un papel vital en la recuperación de comunidades afectadas por crisis, apoyando la creación de empleo y el desarrollo de pequeñas empresas.
Además de su impacto en las comunidades de origen, las remesas favorecen a los países de acogida al estimular economías locales y fortalecer la cohesión social. Los migrantes representan una mano de obra esencial, rellenando vacíos en el mercado laboral y contribuyendo al crecimiento económico de las naciones que los reciben.
Sin embargo, a pesar de su relevancia, los flujos de remesas enfrentan desafíos significativos, como los altos costos de transferencia y el limitado acceso a servicios financieros. La OIM aboga por la reducción de estas tasas, la expansión de herramientas digitales y financieras, y por vías de migración más seguras y regulares. Así, la organización hace un llamado a los gobiernos, instituciones financieras y socios para el desarrollo a colaborar en la creación de un entorno favorable para las remesas.
Fuente: ONU últimas noticias